Otra pelea de rugbiers: dos equipos terminaron a las trompadas en la playa

El violento episodio ocurrió en Río Negro, en el torneo Seven de Playas Doradas

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La muerte de Fernando Báez Sosa y los reiterados episodios violentos que protagonizaron jugadores de rugby derivaron en el cuestionamiento de la formación que reciben los deportistas y los supuestos valores que se le inculcan en dicha disciplina. Lejos de disipar las críticas, los protagonistas de este deporte continúan trascendiendo por incurrir en prácticas violentas. Esta vez, dos equipos terminaron a las trompadas en la playa, en un torneo que se realizó en la provincia de Río Negro.

El hecho ocurrió el último fin de semana, cuando dos equipos de rubgy de Chubut que competían por el primer puesto del torneo por los 20 años del Seven de Playas Doradas, opacaron la fiesta a raíz de la pelea que protagonizaron. Según informó el portal Pido La Palabra, una jugada brusca desató la ira de un jugador que terminó en una batalla de todos contra todos. El escándalo culminó entre el público, en el que había mujeres y niños.

Ambos equipos, uno de Puerto Madryn y otro conformado por jugadores de Trelew y Gaiman, fueron eliminados de la competencia, por lo que la Copa de Oro la ganó el tercero de Carmen de Patagones. Tras confirmar su eliminación, Cadu Caullán -organizador del evento- manifestó que “nos queda un sabor amargo por este disturbio” y explicó que “los eliminamos para que también tengan un sabor amargo, nos pidieron disculpas pero el mal momento ya lo habíamos pasado”, explayó.

(Christian Heit)
(Christian Heit)

El comportamiento de los rugbiers se encuentra bajo tela de juicio no solo tras la muerte del joven de 18 años asesinado el sábado pasado por una patota, sino también por la extensa lista de hechos violentos que protagonizaron hombres que practican este deporte. Hace menos de dos semanas, se volvió viral el video de un chico que le dio un golpe en la cara a traición a otro joven en una fiesta al aire libre en Punta del Este. La víctima, identificada como Alejo Iturrieta, tuvo que ser trasladado de urgencia a Buenos Aires y operado por una fractura en la mandíbula. Mientras que el agresor, que jugaba al rugby en un club de Uruguay, sufrió un fuerte repudio en las redes sociales, pero no fue detenido.

Días atrás, una joven de la ciudad de La Plata denunció que un grupo de rugbiers compartía en grupos de WhatsApp fotos íntimas suyas y de otras chicas sin consentimiento. Tras exponerlos en redes sociales, los deportistas fueron suspendidos en el club, pero la víctima de este episodio recibió amenazas de parte de uno de los involucrados: “Ya tengo todo, te voy a hacer mierda, ya hablé con mi abogado”.

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