La familia de Pablo Ventura, el joven de 21 años que fue liberado en la noche del martes durante la investigación por el asesinato de Fernando Báez Sosa, iniciará acciones legales por daños y perjuicios contra los diez rugbiers detenidos, por el involucramiento infundado del remero en el caso.
Así lo aseguró el abogado de la familia Ventura, Jorge Santoro, quien indicó que en el transcurso de los próximos meses se iniciarán las acciones civiles contra los acusados del crimen del joven de 18 años.
“Por ahora estoy enfocado en la libertad de Pablo, que quede libre de culpa y cargo. Lo demás, hubo daños y perjuicios y la afectación a la dignidad que le han producido a este chico ha llegado a su núcleo familiar, su núcleo de amistades y en el orden social donde se mueve Pablo. Eso tendrá que ir por la vía civil”, expresó el abogado, en declaraciones al canal TN.
Hasta el momento, se desconoce el motivo por el cual los rugbiers detenidos en Villa Gesell nombraron a Ventura, cuando se les consultó sobre el dueño de unas zapatillas con marcas de sangre halladas en el chalet alquilado en la ciudad costera. El padre de Ventura, José María, indicó que un amigo de su hijo le reveló que pudo haberse tratado de una broma: “Hoy un amigo de los chicos estos me dijo que cada vez que ellos hacían alguna picardía decían: ‘¿Quién lo hizo? Pablo Ventura’. Es lo que me dijo un amigo de ellos”, afirmó.
De esta manera, una de las hipótesis que investigará el cuerpo de abogados de la familia Ventura es si el remero de 21 años sufría algún tipo de bullying por parte de los acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa. “El rumor del bullying ha corrido mucho. De hecho, yo he estado hablando con José María, el padre, y puede ser que haya habido una situación de esa naturaleza”.
A su vez, el abogado Santoro volvió a hacer hincapié en la relación casi inexistente que había entre su defendido y los acusados del crimen durante la vida cotidiana de todos los protagonistas en Zárate: “Pablo los conoce pero no tienen amistad, no tienen contacto. Se conocen porque tienen un rango etario parecido y porque tienen actividades deportivas diferentes. Pablo no es rugbier, es remero, la actividad deportiva son llevadas en distintos clubes náuticos (...) Puede haber esas rencillas de adolescentes entre remeros y rugbiers, lamentablemente las hay. Pero bueno, son diferencias”, completó.
En tanto, Santoro destacó el accionar de los fiscales Wálter Mércuri y Verónica Zamboni a la hora de detener a su defendido, en base a las declaraciones iniciales de los rugbiers: “Puedo decir que, desde mi punto de vista, los dos fiscales actuaron bien. Un fiscal no sabe la calidad de persona que es Pablo antes de conocerlo. Tienen un nombre, hay que aprehenderlo y que venga a declarar, como corresponde”.
En tanto, el abogado destacó la contundencia de las pruebas presentadas para liberar a Ventura y volvió a hacer énfasis en la trama de la zapatilla: "Mi cliente mide 2 metros y calza 49/50. Su pie no coincidía en lo más mínimo con la zapatilla que se encontró en el chalet de Villa Gesell.
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