La última persona que vio con vida a Fernando Báez Sosa antes de ser asesinado por el grupo de rugbiers dio detalles de cómo se desencadenó la brutal golpiza a la salida del boliche Le Brique.
La testigo en cuestión es Fiamma Pedroso, una joven de 17 años que trabaja en un kiosco que se encuentra frente al local bailable, que le vendió un helado a Fernando en la madrugada del pasado sábado antes del ataque. “Lo estaban pateando entre varios cuando estaba inconsciente y tirado en el piso”, expresó sobre el desenlace fatal.
En diálogo con Crónica, la chica contó que minutos antes, a la salida del boliche, Báez Sosa fue al kiosco y ella escuchó que le contaba a un amigo que le quisieron pegar entre seis en el interior de Le Brique, pero que no lo habían logrado. “Salieron del local y estaban hablando de que no iba a pasar nada, no se lo veía preocupado por lo que había pasado adentro”, agregó.
“Fernando estaba comiendo un helado, salieron un montón de chicos corriendo y lo agarraron entre todos”, declaró Fiamma. A su vez, al igual que otros testigos, apuntó contra la seguridad privada de Le Brique: “Estaba mirando y no hacía nada para frenar lo que estaba pasando”. La joven se encontraba en el kiosco junto a su novio, que se acercó al tumulto a ver qué estaba sucediendo y resultó amenazado por el grupo de rugbiers: “Le dijeron que no se meta porque le iban a pegar a él también”.
“Nadie se metió en la pelea, estaban todos grabando y se escuchaban muchos gritos. En un momento dijeron ‘matalo, vos podés’", señaló sobre el grupo de rugbiers que acabó con la vida del joven de 18 años. La kiosquera también cargó contra la demora de la asistencia médica: “La ambulancia tardó más de media hora en llegar”.
Este martes la fiscal Verónica Zamboni imputó a Maximiliano Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) como coautores del homicidio y a Matías Franco Benicelli (20), Ayrton Michael Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Tomás Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarini (19), y Blas Sinalli (18) como partícipes necesarios. Para Thomsen y Ciro Pertossi, la acusación por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” prevé la pena de prisión perpetua.
Los rugbiers fueron imputados por videos y testimonios que los complicaron en la causa, mientras que se ordenó la liberación de Pablo Ventura, el último de los detenidos. El joven continuará ligado a la causa y formará parte de la rueda de reconocimiento del jueves, de la que participarán testigos y amigos de Báez Sosa.
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