Los teléfonos celulares de los 11 acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa -10 de ellos detenidos- serán abiertos y peritados para determinar si hay mensajes sobre el homicidio ocurrido la madrugada del sábado pasado en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que la medida fue pedida por la fiscal Verónica Zamboni y ordenada por el juez de Garantías David Mancinelli. La hará la Policía Federal Aires en una dependencia de Mar del Plata.
Los teléfonos fueron secuestrados el sábado en la casa que los acusados, integrantes del Arsenal Rugby Club de Zárate, alquilaban en Villa Gesell y en la que fueron detenidos. El teléfono 11 pertenece a Pablo Ventura, quien fue liberado ayer cuando se determinó que cuando ocurrió el crimen estaba en Zárate pero continuará bajo investigación, localidad en la que viven todos los acusados.
El objetivo de la medida es determinar si en los celulares hay mensajes que los imputados enviaron después del crimen de Fernando y que permitan aportar más información al expediente judicial. Para eso la fiscal Zamboni pidió analizar los mensajes de texto y de whatsapp, llamadas, correos electrónicos y las redes sociales que estén instaladas y abiertas en los teléfonos. Se supo que varios acusados tienen redes sociales que fueron cerradas después del crimen.
“Fua no falta nada para irnos a gesel (sic) con los pibes, a romper lo que nos faltó el año pasado”, dice el mensaje que el 4 de enero escribió en su cuenta de Twitter Lucas Pertossi, de 20 años y uno de los detenidos. Luego de ser detenido, todos los perfiles de Pertossi en las redes sociales fueron eliminados pero hubo una captura de ese mensaje que se viralizó.
La primera tarea de a Policía Federal será abrir los celulares, lo que no es sencillo según la marca y el modelo de cada aparato. La fuerza no tendrá ese problema con el teléfono de Ventura ya que cuando fue indagado el lunes aportó la contraseña para que se pueda acceder. “Su teléfono es un Iphone que es uno de los más difíciles de abrir”, explicó una fuente.
Otra tarea del peritaje tecnológico será determinar si hay mensajes borrados y en ese caso recuperarlos. La tecnología permite hacerlo.
Báez Sosa fue asesinado cerca de las 4 de la mañana del sábado pasado cuando él y sus amigos tuvieron un altercado en el boliche con el grupo de rugbiers. La seguridad del local los sacó a la calle y allí la víctima fue asesinada a patadas cuando se encontraba en el piso. La autopsia determinó que murió por un traumatismo severo de cráneo producto de un golpe muy fuerte en la cabeza que le provocó un sangrado interno.
Por el crimen están detenidos Lucas Pertossi, Matías Franco Benicelli (20), Ayrton Michael Viollaz (20), Macimo Pablo Thomsen (20), Luciano Pertossi (18), , Alejo Milanesi (20), Tomás Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarino (19), Ciro Pertossi (19) y Blas Sinalli (18).
Según la reconstrucción que tiene hecha la justicia del caso, Thomsen y Ciro Pertossi fueron quiénes le dieron a Fernando las patadas mortales y por eso están acusados como autores del delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y alevosía.
Los otros ocho quedaron imputados por participes necesarios del mismo delito porque golpearon a los amigos de Fernando y así les impidieron poder ayudarlo. A pesar de los distintos roles la pena, en caso de ser condenados, es la misma para todos: prisión perpetua.
La investigación penal está en pleno desarrollo en otras medidas de prueba -como el análisis de ADN en ropa secuestrada- y quienes trabajan en el caso le dijeron a Infobae que no descartan que otros integrantes de la patota también hayan agredido a Báez Sosa y no solo Thomsen y Ciro Pertossi.
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