Este lunes por la mañana, Pablo Ventura (21), el remero de Zárate que es investigado como “partícipe necesario” en la causa por el brutal ataque que le costó la vida a Fernando Báez Sosa, declaró ante la fiscal Verónica Zamboni en la Fiscalía Nº 6 de Villa Gesell. Su defensa presentó cuatro testigos, un informe médico, el video de una cámara de seguridad, y entregó su teléfono celular para que sea peritado.
Así, su defensa apuesta a estas pruebas que ingresan al expediente puedan exonerarlo del crimen y liberarlo de la celda. No solo el video de una parrilla de la costanera de Zárate lo ubicaría lejos de Villa Gesell el viernes por la noche, sino que el teléfono, cree su defensa, podría probar a través del impacto en celdas y antenas que no estuvo en el lugar.
El padre de Pablo, José María Ventura, camina por la puerta de la fiscalía y fuma compulsivamente. Admite que hace dos días que no duerme, desde que el sábado cerca de las 5 de la tarde miembros de la DDI geselina de la Policía Bonaerense llegaron a su casa y pidieron ver a su hijo. “Lo primero que hicieron fue decirle: ‘Sin pensar, decime si estuviste en Villa Gesell’, y él respondió que no”, asegura José María a Infobae.
Este lunes, la familia Ventura tenía planeado viajar, al igual que lo habían hecho los últimos tres años, a Punta del Este. Pero tras la muerte de Báez Sosa y de que el nombre de Pablo apareciera en el celular de uno de los otros 10 acusados, el remero de 21 años, que niega haber estado en Villa Gesell, quedó detenido.
“Estuve mirando la causa, se lo menciona en algún momento muy vagamente, pero nada más, convengamos, sin embargo, que la fiscal hizo lo que tenía que hacer, yo quiero destacar eso. La Justicia actuó, nos puede gustar o no, pero actuó como debía”, aseguró el abogado de Ventura, Jorge Santoro.
Sobre las pruebas que presentó la defensa, Santoro precisó que desde Zárate vinieron cuatro testigos, dos amigos, una vecina y la madre de un conocido a la que cruzó brevemente cuando ingresaba a su casa en Zárate. El video lo muestra en plena cena, cerca de las 21 del viernes. El informe médico de parte indica que al contrario de los otros imputados, el joven remero no presenta marcas en las manos ni otros signos que puedan ser considerados pruebas de una participación en la pelea.
Santoro, por sobre todas las cosas, habla del celular.
“La fiscal Zamboni le preguntó si él tenía el celular con él en el momento del hecho. Pablo le dijo que sí. Entonces lo que va a hacer la fiscal es analizar esos datos, si estuvo en Villa Gesell o en Zárate, tuvo que haber hecho algún llamado”, explicó el abogado.
Sobre la razón por la que Ventura termina vinculado a la causa, desmintió que se haya tratado de un “ajuste de cuentas” entre los diez rugbiers del club Zárate y Pablo, como había trascendido inicialmente. El defensor agregó: “Hay una rivalidad como todo joven entre actividades deportivas, pero no gran cosa, no es que no se podían cruzar”.
“Él está detenido, ahora lo que va a definir la fiscal es si le da la exención de prisión, que es lo que pedí, porque si pido la excarcelación estoy aceptando que él tiene cierta culpabilidad”, expuso Santoro, que si bien refirió que hay que “darle tiempo a la fiscal de que reúna todas sus pruebas”, según sus estimaciones, en el transcurso de esta semana debería dejar en libertad a Ventura.
En la fiscalía también estuvo presente el abogado de los diez rugbiers, Hugo Tomei, que trabaja en el expediente junto con el letrado Horacio Henricot, quien pese a que no quiso ahondar en declaraciones, pudo decirle a este medio que sus representados se encuentran muy mal anímicamente por lo ocurrido. “Hay una persona que falleció, los chicos están sobrellevando el tema con mucho dolor”, refirió. Los diez se negaron a declarar ayer por la noche.
Tomei manifestó que el silencio de sus defendidos no es permanente, que hablarán “cuando llegue el momento”. Además, dejó saber que varios de los padres de los acusados viajaron desde Zárate a Villa Gesell para estar cerca de sus hijos, aunque no fueron vistos en las inmediaciones de la UFI Nº6.
Los restos de Báez Sosa fueron inhumados este mediodía en un nicho de la galería 18 del cementerio de Chacarita. 60 familiares y amigos acompañaron el cortejo.
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