“Yo no arruiné a nadie, hija de puta. Basura mentirosa”.
El mensaje que llegó exactamente a las 13.52 del jueves pasado al celular de Griselda la sorprendió. No solo por la agresividad sino porque quien escribía del otro lado era Rubén Oscar Pérez, su ex pareja, oriundo de Alejandro Korn, quien está prófugo hace más de 60 días acusado de haber violado y ahorcado a su bebé de 1 año y 3 meses: Pérez lo dejó al borde de la muerte.
El nene permanece en el Hospital de Niños de La Plata, con un pronóstico más que complicado en la sala de terapia intensiva. Tal como publicó Infobae desde el comienzo del caso, el hombre es buscado por la Policía Bonaerense. Sin embargo, parece burlarse de los efectivos que lo persiguen, desde una cuenta en la que le pidió amistad a más de 400 mujeres y a hombres que parecen ser viejos amigos o conocidos.
El caso se conoció el 4 de noviembre del año pasado cuando, según consta en la causa instruida por la fiscal Karina Guyot, Griselda salió de su casa cerca de las 19 a hacer algunas compras en el almacén del barrio. En su humilde casa de Alejandro Korn, había quedado su bebé, fruto de una relación anterior, al cuidado de Pérez. 30 minutos más tarde, cuando la mujer volvió de comprar se encontró a su novio en la puerta de calle, sumamente nervioso. “El nene no despierta, no sé, le pasa algo. Parece que no respira”, le dijo el hombre. Griselda agarró a su hijo y comenzó a pedir ayuda a los gritos. Un vecino los llevó a los tres al hospital más cercano. Antes de llegar, Pérez le dijo al oído a Griselda: “Decí que fue la niñera”.
Una vez en el hospital Cecilia Grierson en Guernica, los médicos revisaron al bebé y decidieron internarlo en terapia intensiva. Cuando salieron de la revisión llamaron aparte a la madre para comunicarle la situación. Le dijeron que su hijo había sido violado, golpeado y asfixiado. En simultáneo Rubén Oscar Pérez se escapaba del lugar y se convertía en prófugo de la Justicia. Más de 60 días después del hecho sigue en la misma condición solo que ahora se comunica con Griselda, para amedrentarla.
“Ella le había escrito a su Facebook hace algunos días con la esperanza de que le responda y saber dónde estaba. Quería que pise el palito. Pensó que no iba a servir pero la semana pasada le respondió agrediéndola. Ella le siguió el hilo de la conversación e incluso le dijo que lo extrañaba para sacarle algún dato pero nada, solo encontró hostilidad”, dice a Infobae una tía del nene.
El intercambio de mensajes entre Griselda y su ex pareja prófuga se dio a través de la aplicación de mensajería de la red social. En el primero, Pérez le escribe una frase cargada de cinismo: “No hay un día en que no piense en luchar, mi bebé. No tenés una idea cómo estoy sufriendo”. La mamá de la víctima le responde: “Dejame en paz. Ya me arruinaste mi vida y la de mi bebé. Él está sufriendo, sabés, lucha por su vida”. La respuesta a este mensaje ya se torna sumamente violenta y agresiva: “Yo no arruiné a nadie, hija de puta. Estas de piya (sic) vos, basura”.
En otro extracto de los mensajes que Pérez le envió a su ex pareja, el prófugo se asume inocente del ataque al bebé: “Cómo podés creer que yo violé a tu bebé. Me duele en el alma que creas eso siendo que vos compartiste lindos momentos conmigo. Yo te amo con locura y jamás haría una cosa de esas y mucho menos a una criatura”. El último mensaje apunta directamente a influir en la psiquis y en la culpa de Griselda: “Yo me voy a matar”.
Hay un cruce más de mensajes que sobresale del resto. Es cuando la mujer le dice a Pérez: “¿Por qué arruinaste a mi bebé? Él té quería como si fueras su papá. Él té amaba. ¿Por qué le hiciste daño?”. La respuesta del prófugo es sumamente violenta: “Vos hija de mil puta sabés muy bien que yo no le hice nada. Vos sos una mierda de mujer. Yo tengo hijos y jamás le haría daño a ninguna criatura. Vos me cagaste la vida, basura”.
Hay algo llamativo en la cuenta de Facebook desde donde Pérez hizo las amenazas. La foto de perfil fue cargada el 5 de noviembre de 2019, es decir un día después de haber presuntamente abusado del bebé, el mismo día que se convirtió en un prófugo.
En cuanto a la salud de la víctima, los médicos aseguran que el hijo de Griselda está muy delicado y que su vida pende de un hilo. Desde el día en que fue violado y brutalmente golpeado está en terapia intensiva.
Apenas ingresó al hospital el nene debió ser operado en la cabeza. Le realizaron una craneotomía para que pueda drenar el líquido que se había acumulado por los golpes recibidos y que le habían provocado una hidrocefalia. Además, debieron practicarle una traqueotomía para que pueda respirar. Debido al abuso que sufrió, el chico generó un cuadro de estrés agudo que lo lleva a, aun hoy, sufrir picos de hipertensión.
“Las expectativas son muy malas. Rubén le arruinó la vida. Sin embargo pasaron dos cosas que los médicos tomaron como positivas. Primero, que dejó de tomar antibióticos y segundo que movió los dedos del pie. Esto es un avance porque nos habían dicho que iba a quedar cuadripléjico”, dicen desde el entorno de Griselda.
Según fuentes policiales, el acusado no estaría muy lejos de Alejandro Korn. La Justicia cree que se esconde en algún campo cercano y que es difícil atraparlo porque tiene experiencia en ese tipo de zonas, con la capacidad de pasar varios días a la intemperie alimentándose con lo que encuentra. Rubén Oscar Pérez no solo sigue prófugo sino que además se ríe de todos, en particular, de un bebé de 15 meses que pelea todos los días por no morir en un hospital.
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