Ayer por la tarde, poco después de las 18 horas, la Policía Bonaerense encontró a Exequiel, el joven de 17 años buscado por el triple crimen ocurrido en Melchor Romero en Año Nuevo, donde Graciela Holsbak, la madre de Exequiel, fue asesinada a cuchillazos junto a su marido, Raúl y su nieta Alma.
La DDI de La Plata lo encontró caminando junto a la ruta 2, a la altura del kilómetro 68 a la altura de Samborombón, a 45 kilómetros de su casa, según confirmaron fuentes de la investigación a Infobae.
El joven, buscado por el fiscal Marcelo Martini durante 6 días, quedó demorado. Mañana podrá declarar, en calidad de testigo, o de imputado. Será trasladado a la DDI de La Plata.
-¿Hay elementos para imputarlo?
-No sé qué decir. La situación para él es cada vez más comprometedora, simplemente porque no aparece.
El fiscal Martini respondía la pregunta hoy por la mañana. Luego de seis días de búsqueda, donde participó el perro Bruno, el principal experto canino de la provincia en rastrear personas vivas, el fiscal no había acumulado elementos para imputar a Exequiel más allá de su comprometedora ausencia.
Eventualmente, Martini autorizó la difusión de la foto del menor en busca de testimonios que ayuden a ubicarlo para que responda en la causa. La DDI de La Plata de la Policía Bonaerense encaró un rastrillaje casa por casa el sábado pasado.
Un artículo del diario El Día de La Plata detalló una búsqueda con cien efectivos en una cantera cercana a la casa del crimen, Martini habló de testigos que vieron a un joven parecido a Sanso corriendo: la pesquisa incluyó agentes de Policía Montada y Motorizada.
¿Es culpable? Hay miembros de su familia que lo creen incapaz de matar, menos a su propia sangre. Un familiar que pidió reserva de su identidad lo define como “un pibe sano, compañero de los hermanos” y niega la versión de que el joven fabricaba cuchillos, asegura que simplemente tenía algunos que pertenecían a su papá.
Las autopsias practicadas a los tres cuerpos en la morgue judicial de La Plata revelaron un llamativo estilo de matar. El asesino, determinaron los estudios, utilizó una cuchilla con una hoja de cuatro centímetros de alto y “un filo notable” con la que aplicó entre 10 y 13 heridas cortantes en cada una de las víctimas, según resultados a los que accedió Télam.
“La mecánica del agresor para perpetrar su ataque se dio con mayoría de cortes y no con lesiones punzantes, usando el arma blanca como si fuese un látigo”, apuntó una fuente.
Los forenses lograron determinar que Raúl Bravo falleció como consecuencia de “una herida a la altura del corazón, que ingresó por el lateral”, mientras que Graciela Holsbak presentaba “una herida mortal a la altura del abdomen” y fue la víctima que más lesiones tenía en su cuerpo.
Alma murió por una herida cortante en el cuello. Los peritos constataron que “las lesiones fueron cortantes en las zonas del cuello, tórax, manos y brazos, estas últimas compatibles con maniobras defensivas de las víctimas”.
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