El 1° de enero por la noche, Iván Díaz, desocupado, de 42 años, llamó al 911 para alertar que su concubina, Inés Caruso, 14 años mayor que él, se había “caído de la escalera” de su PH en la calle Pedro Morán en Villa Devoto y que estaba muerta. El SAME y la Policía de la Ciudad llegaron poco después. Encontraron a simple vista que la sangre en la cara del cadáver de Inés estaba seca, su cuerpo hinchado. Díaz se contradecía en su relato, aseguraba que la llevó ya muerta de la escalera a la cama, pero no había manchas de sangre visibles, parecía, intuyeron los investigadores, que las habían lavado.
La relación, aseguraron testigos, estaba marcada por el consumo de alcohol y las peleas que irritaban a sus vecinos. Caruso había denunciado a Díaz en varias ocasiones por violencia de género, para luego restablecer el vínculo.
Así, la Policía alertó a la fiscal en turno, Paula Asaro, que actuó en el expediente por el femicidio de Ángeles Rawson y llevó a la Justicia al portero Jorge Mangeri. Asaro ordenó un peritaje criminalístico a la casa y una autopsia inmediata. También, ordenó que Díaz quedara detenido. La calificación en su contra: femicidio.
Díaz quedó internado en el hospital Zubizarreta, se lo consideró “un riesgo para sí mismo y para terceros” y pasó la noche internado. Hoy recibió el alta y enfrentará al Juzgado N°14 de Ricardo Luis Farías que está a cargo del expediente para ser indagado. Mientras tanto, los investigadores reciben el resultado preliminar de la autopsia.
El estudio practicado en la Morgue Judicial de la calle Viamonte indicó que Caruso murió por un traumatismo encefalocraneano, que le provocó una fuerte hemorragia interna. Además, los forenses detectaron lesiones de diversa data, lo que apoya una hipótesis de violencia de género que complica aún más a Díaz.
El estudio también incluyó una extracción de sangre al cuerpo de Caruso. Sin embargo, hay algo que todavía no queda claro: cómo murió la víctima, si efectivamente se cayó de la escalera, si se cayó empujada o si fue golpeada hasta morir, los investigadores aún no accedieron al detalle del golpe en la cabeza y qué lo provocó.
Por lo pronto, la data de muerte establecida no favorece a Díaz. No llamó inmediatamente al 911: se cree que Caruso perdió la vida entre 4 y 6 horas antes del hallazgo del cuerpo.
Las muertes violentas de mujeres se acumulan en el primer día del año. Mientras Díaz llamaba al 911, la Policía Bonaerense descubría el cadáver degollado de Graciela Holsbak en La Plata junto al de su pareja, Raúl, y su nieta de cinco años, cuyas piernas fueron desmembradas. La Bonaerense, por otra parte, pudo constatar que en la casa residía un chico de 17 años, hijo de la mujer asesinada. Se encuentra desaparecido y es buscado intensamente.
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