Un joven de 22 años fue asesinado a balazos por delincuentes que lo asaltaron para robarle la moto en la que se movilizaba por la localidad de San Antonio de Padua (partido de Merlo) durante la madrugada del jueves.
El hecho se produjo en el cruce Rivadavia y Directorio: la víctima, identificada como Alejo Ipuche, circulaba a bordo de una moto y frenó en un semáforo -según sus familiares se dirigía a visitar a una chica con la que había comenzado una relación-, cuando fue interceptado por dos ladrones armados que lo obligaron a bajar para robarle y le dispararon.
Mauro Ipuche, hermano del chico asesinado, señaló entre lágrimas que en la grabación de las cámaras de seguridad se advierte que el joven en ningún momento se resistió. "Lo mataron porque sí”, aseguró una fuente de la investigación a la agencia Télam.
Alejo murió en el lugar por las heridas sufridas, mientras los delincuentes escaparon sin robar nada porque no pudieron arrancar la moto de la víctima.
Tras un llamado de alerta al 911, a la zona llegaron efectivos de la Comisaría 2° de Merlo que se tirotearon con los delincuentes, pero los perdieron de vista; en base a los datos que se pudieron recopilar, las autoridades implementaron un operativo cerrojo y más tarde observaron el paso de dos jóvenes en una moto de similares características a la usada por los asaltantes.
Ambos sospechosos, de 18 y 22 años, fueron detenidos y alojados en la seccional, aunque no está claro que sean los responsables del crimen.
El fiscal Mario Ferrario, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial Morón, caratuló la causa como “homicidio criminis causa” y los dos acusados serán indagados por ese delito que prevé prisión perpetua.
Anoche hubo una movilización con velas, desde la Casa de la Cultura de Padua hasta la Comisaria 2° para reclamar que se esclarezca este asesinato.
“Pedimos Justicia, que el fiscal no deje de investigar porque no coincide todo lo que se dice”, advirtió el hermano de Ipuche en declaraciones al canal Todo Noticias (TN). “Queremos Justicia, no que agarren perejiles”, reclamó Jorge, tío del chico asesinado.