El Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires destacó en los últimos días la tarea de los efectivos de la Policía de la Ciudad que desbarataron la banda que asesinó en un intento de robo a un turista inglés en Puerto Madero y que había cometido otros delitos similares con el mismo modus operandi: los “marcaban” en el aeropuerto de Ezeiza y los sorprendían cuando llegaban al hotel donde iban a parar durante sus vacaciones.
Diego Santilli, vicejefe de Gobierno porteño y titular de esa cartera, junto con el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D´Alessandro, y el jefe de la fuerza, Gabriel Berard, resaltaron la tarea de los miembros de la Brigada de Investigaciones de la Comuna 1, quienes participaron del esclarecimiento del asesinato de Matthew Gibbard, ocurrido el pasado 14 de diciembre en la puerta del Faena Hotel.
Los efectivos detuvieron en total a nueve personas, cuatro de ellas vinculadas directamente al crimen de Gibbard y otras cinco pertenecientes a la misma banda delictiva e involucrados en otros robos, uno de ellos en noviembre pasado en el hotel Intercontinental, que quedó registrado por las cámaras de seguridad.
En primer lugar, el presunto asesino del empresario británico, Ángel “Cachete” Lozano Azuaje, de 21 años y nacionalidad venezolana, fue el único que declaró en indagatoria el viernes pasado ante la jueza Yamile Bernal, a cargo del Juzgado Nacional Criminal y Correccional N° 8, y la fiscal Ana Yacobucci, y negó ser él quien aparece en las filmaciones disparando contra el turista y su hijastro de 28 años, Stefan Zone.
Lozano Azuaje fue apresado el lunes pasado, cuando viajaba a bordo de un un micro por la provincia de Salta con intenciones de huir a Bolivia junto a su hermano Luis José Lozano León, de 35 años, y Carlos Manzo Tortolero, de 30, también venezolanos.
Este último sería el conductor de la moto que la banda usó para sorprender a Gibbard mientras que otro integrante del grupo, Aly José Ramos Ladera, de 37 años y también de nacionalidad venezolana, sería el dueño del Ford Fiesta rojo que también se usó para el asalto. Ramos Ladera fue detenido al día siguiente que los otros cómplices por personal del Escuadrón 21 de Gendarmería Nacional apostado en el paso internacional La Quiaca-Villazón, en Jujuy, cuando intentaba cruzar a Bolivia.
Dos de los últimos tres venezolanos se negaron a aportar sus datos de filiación y detallar cómo ingresaron de manera ilegal al país, mientras que uno de ellos informó que ingresó a Argentina mediante una balsa desde Bolivia.
Los cuatro delincuentes y el también venezolano Rubén Darío Cañate Lobo, involucrado en otro de los asaltos de la banda, fueron procesados con prisión preventiva por conformar una “asociación ilícita”, por el “robo doblemente agravado y homicidio criminis causa” del turista inglés y por el “robo doblemente agravado” el asalto en el Intercontinental.
Además, la jueza dispuso un embargo de diez millones de pesos para “Cachete” Lozano Azuaje, cinco millones para Lozano León, Ramos Ladera y Manzo Tortolero y dos millones para Cañate Lobo. Tres argentinos que habían sido detenidos como presuntos cómplices fueron liberados por falta de mérito.
De acuerdo a la pesquisa, la banda participó en distintos episodios entre el 12 de noviembre de 2019 y el 14 de diciembre de 2019 y todos sus integrantes tomaban intervención de los hechos, algunos de ellos realizando seguimientos a las víctimas, otros concretando los robos, otros como choferes y algunos como “campana” o “apoyo”.
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