En la mañana del sábado pasado, el empresario británico Matthew Gibbard fue asesinado de un disparo en el pulmón derecho tras ser atacado por motochorros en las puertas del Hotel Faena del barrio de Puerto Madero. Había llegado a la Argentina esa misma mañana para sus vacaciones familiares. Lo abordaron para robarle sus valijas mientras se preparaba para ingresar y hacer el check-in. A su hijastro, Stephen, también le dispararon con una bala calibre .380: lo internaron en el Hospital Argerich con un impacto de bala en su pierna izquierda.
Los motochorros eran escoltados por cómplices que se movilizaban en un auto Ford Fiesta de color rojo, cuyo titular, Alí Ramos Ladera, venezolano, fue detenido esta mañana en La Quiaca. Ese mismo auto participó un día antes en otro hecho delictivo, un asalto con una mecánica similar por parte de los ladrones y que hoy tiene a dos detenidos: un ciudadano venezolano, el supuesto ladrón, y Fabián Asad, hermano del ex futbolista Omar “Turco” Asad.
Fabián Asad, de 55 años, trabaja para una empresa de servicio de transportes que opera en el aeropuerto de Ezeiza. El viernes pasado quedó envuelto en un episodio delictivo vinculado al ataque al turista británico. Esa mañana hizo un viaje: llevó en una camioneta Renault Kangoo (perteneciente a la empresa) a una pareja –una mujer argentina de 47 años y un ciudadano británico de 43– a un domicilio ubicado en Villanueva y Teodoro García, en el barrio porteño de Belgrano.
Eran cerca de las 11 y el remís había llegado a destino. En ese momento, Miguel Aguirre, de nacionalidad venezolana, 29 años, abordó a los pasajeros: extrajo un arma y obligó a que el británico le entregara su reloj Rolex modelo Daytona y su iPhone. El turista se negó: el ladrón lo atacó a golpes de culata y recibió heridas menores en la cara. Tras robarle, se fugó.
No llegó lejos. Otro motociclista que circulaba por la zona lo detuvo con un golpe de casco y lo derribó. Vecinos se sumaron para retenerlo hasta que llegó la Policía de la Ciudad. Desde entonces permanece bajo arresto en la Alcaidía 13.
El crimen del turista inglés trajo a la luz una ola reciente de hechos similares. Las últimas semanas se registraron varios asaltos con una mecánica repetida que supone un modus operandi. El blanco son pasajeros recién arribados a Ezeiza, que contratan traslados para moverse a sus alojamientos, ataques violentos e intempestivos a víctimas que se disponen a ingresar a sus casas o a un hotel, o que van camino a ello. Robos ocurridos en varios casos a plena luz del día, con ladrones actuando a cara descubierta.
En cada caso, los investigadores también focalizaron la atención en el rol del chofer: ¿testigo o cómplice? La misma pregunta se hace la Justicia sobre Fabián Asad.
El hermano del ídolo de Vélez y ex técnico de Godoy Cruz declaró ese mismo viernes en la Comisaría 13 D. La causa recayó en el Juzgado Nacional en el Criminal y Correccional N° 31, a cargo de Alfredo Godoy, quien luego del testimonio dispuso la detención de Asad, además del secuestro de la Renault Kangoo y del teléfono celular del conductor. "Se investiga si realizó llamadas o envió mensajes con el ladrón detenido”, explicó una fuente cercana al expediente.
Ahora, Fabián está alojado en la alcaidía de los tribunales de la calle Talchauano. Su familia asegura que no tiene relación alguna con la banda criminal ni con el asalto en cuestión y pide su liberación. “Es inocente. Hace 19 años que trabaja como chofer en Ezeiza, en distintas empresas. Nunca tuvo un problema con nada ni con nadie”, dijo a Infobae su hijastro Nahuel, quien también dice que Fabián es “el sostén de la familia”, por lo que no pueden solventar los honorarios de un abogado particular “para que salga más rápido”.
La de Miguel Aguirre, por su parte, es una situación más complicada. Según se supo, ingresó al país el 6 de diciembre pasado. Lo hizo legalmente a través de un paso de Migraciones junto a Alí Ramos Ladera, el titular del Ford Fiesta rojo.
SEGUÍ LEYENDO: