En el mediodía de ayer, Diego Vega Ibarra, ex cónsul de Bolivia en la ciudad salteña de Orán (había sido destituido el mes pasado por el gobierno de Janine Áñez) , fue detenido en un control de Gendarmería sobre la ruta 50: llevaba varios kilos de cocaína en su auto.
Así lo confirmaron fuentes judiciales cercanas al caso a Infobae: en su vehículo, en el que viajaba acompañado de otras cuatro personas, se encontraron ocho paquetes que estaban en el baúl. En total, pesaje de la droga dio 8.340 kilos. Los panes de cocaína tenían la marca de un delfín.
Los dibujos impresos -sobre los envoltorios, sellados bajorrelieve sobre la propia cocaína o pegados como stickers infantiles- representan el sello del clan narco que los fabrica o los embala o los mueve por el mundo. En Colombia o Bolivia, por caso, durante años se ha seguido el rastro de los clanes a partir de estos logos, pero lo cierto es que las organizaciones aprendieron a distraer a sus perseguidores, con ingenio y variedad.
Durante 2017, sólo en la provincia de Salta se incautaron unos 200 kilos de cocaína con el mismo patrón, el dibujo de un águila con las alas desplegadas en los paquetes. Una de las hipótesis es que todos esos ladrillos correspondían al Clan Castedo, cuyo líder, Reinaldo “Delfín” Castedo, fue detenido en 2016 tras estar diez años prófugo.
Roberto César, el hermano de ese jefe narco, dueño de tierras en ambos lados de la frontera, entre Salta y Bolivia, fue atrapado en enero de este año con 100 kilos de cocaína en la ruta 50 de la provincia del norte del país. La sustancia llevaba un sello elocuente para la familia: el delfín, el mismo de los que eran transportados por Vega Ibarra. No obstante, esto no supone un lazo, ya que la habilidad de los clanes consiste en cambiar sistemáticamente esos símbolos.
La fiscalía federal de la zona a cargo de José Luis Bruno -que enfrentó al ex juez federal de la zona Raúl Reynoso, condenado por encubrir a traficantes a cambio de coimas- está a cargo del expediente.
El área para el NOA de la PROCUNAR, el ala de la Procuración dedicada a investigar delitos de narcotráfico con el fiscal Diego Iglesias, colabora en el caso con el fiscal Bruno.
Los investigadores se encuentran en el lugar, con las primeras pericias del caso. Mientras, Vega Ibarra permanece detenido en el casino de oficiales del Escuadrón 20 de Gendarmería.
Vega Ibarra, que según medios locales fue designado a comienzos de este año en el puesto, se identificó ante los gendarmes con su verdadero nombre tras ser interceptado en el puesto 28 de Julio, en la intersección entre Orán y la localidad fronteriza de Aguas Blancas.
El puesto es un punto de conflicto frecuente, donde se realizan inspecciones a paseros que cruzan la frontera. Por allí, los “bagayeros” traen de manera ilegal mercadería desde la ciudad boliviana de Bermejo.
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