“Puede terminar con severas infecciones y hasta una gangrena. Por eso pido que lo intervengan urgente, y que pueda recuperarse en su casa porque en la Unidad está en riesgo”, reclamó el abogado Miguel Ángel Pierri en relación a la condición de su defendido, Rubén Darío “El Pepo” Castiñeiras, quien se fracturó el peroné de su pierna izquierda mientras jugaba al fútbol en la Alcaidía N° 3 de Melchor Romero, en La Plata. Allí purga una imputación por “doble homicidio culposo agravado por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria de vehículo a motor y por ser más de una de las víctimas fatales, y por lesiones graves culposas doblemente agravadas”.
La vida del cantante de cumbia cambió en la madrugada del sábado 20 de julio, cuando la camioneta en la que viajaba junto a tres personas volcó en el kilómetro 8,5 de la Ruta Provincial 63, a la altura de Dolores. El Pepo y Romina Candias, corista de la banda, sobrevivieron. Ignacio Abosaleh y Nicolás Carabajal, el trompetista y el representante, fallecieron como consecuencia del siniestro.
El 23 de agosto pasado le dictaron la prisión preventiva por las dos muertes en el marco de un accidente de tránsito en un viaje hacia la Costa Atlántica. La semana pasada, El Pepo llegó hasta la Asesoría Pericial del Departamento Judicial de la localidad de Dolores, donde se realizó las últimas pericias psiquiátricas y psicológicas, en silla de ruedas y con un yeso que le cubría prácticamente toda la pierna izquierda.
Las conclusiones de las pericias estarán a disposición del juez de Garantías Mariano Cazeaux el próximo jueves 12 de diciembre para determinar si otorga o deniega la morigeración de la prisión preventiva.
La defensa del cantante ya había solicitado que la recuperación de la intervención quirúrgica que deben hacerle al Pepo se realice en el domicilio del detenido. Ahora exige que sea pronto y argumenta las razones por lo que considera que el proceso posoperatorio no puede hacerse en la cárcel: “Desde el lunes 2 estamos aguardando que se ordene su internación y que sea operado. El problema es que el hospital de la Unidad Melchor Romero no está en condiciones ni de practicarle la cirugía ni de la recuperación posoperatoria. El tema es que se está postergando una intervención que puede terminar, si no se procede a la cirugía, con desplazamiento, riesgosas infecciones y hasta gangrena por burocracia o carencias del Estado”.
El juez ya avaló que el cantante sea trasladado a la Clínica de la Trinidad de Ramos Mejía, en donde será intervenido quirúrgicamente por el doctor Juan José Drago, especialista en ortopedia y traumatología. Habían apuntado la intervención para el jueves 5 de diciembre pero su defensa solicitó que los cuidados posteriores no se desarrollen en la cárcel ni en el hospital de la zona por presuntos riesgos de infección.
“En estos casos se debe priorizar la cuestión humanitaria y de salud. Todos los médicos opinan que hay un grave riesgo de infección si una vez que lo operen vuelve a la cárcel. Desde el hospital de Melchor Romero dicen que no están en condiciones de recibirlo, por lo tanto le pedimos al juez que una vez intervenido le permita ir a su casa para poder recuperarse. La prisión preventiva de Pepo se ha convertido en una condena adelantada, no tengo dudas”, concluyó Pierri, quien exige ahora que no se demore la resolución porque dice que su defendido corre riesgo, además, de desplazamiento del hueso dañado.
El abogado viene de generar el primer caso en el país en el que un Tribunal Oral Federal, en este caso en Santa Rosa, La Pampa, excarceló a un condenado con prisión preventiva. El hecho ocurrió desde la reciente publicación en el Boletín Oficial de los nuevos artículos del Código Procesal Penal que limitan la aplicación de esa medida, que genera un antecedente jurisprudencial inédito.
El 6 de noviembre el TOF 1 de Santa Rosa había sentenciado a J.L. a cuatro años de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Una vez conocidos los fundamentos de la sentencia, el abogado los recurrió en la instancia de Casación y no permitió que el fallo quedara firme: “Pedí que se le quite la prisión preventiva y la inmediata excarcelación de mi defendido”, expresó, y luego agregó: “El Tribunal Oral al analizar la causa tuvo en cuenta que el fallo no está firme. Por ese motivo, y considerando que en el camino de la excarcelación se produjeron las modificaciones en el proceso penal, es que se obtuvo la liberación. Cuando invocamos los fundamentos tuvimos en cuenta los argumentos del fallo del ex presidente de Brasil Lula da Silva, entre otros. Es el primer caso del país alcanzado por la reforma procesal. La Justicia volvió al espíritu anterior de la ley, cuando la detención se producía por peligro de fuga o posible entorpecimiento del proceso, dado que las prisiones preventivas no pueden ser usadas como una pena adelantada, situación que está padeciendo otro de mis clientes, El Pepo, acusado de homicidio culposo doblemente agravado por dos muertes en un accidente de tránsito”.
Seguí leyendo: