Un joven de 20 años asesinó a balazos a tres personas e hirió a otras dos que participaban de una reunión en su casa de la ciudad de Santa Fe y fue detenido este lunes tras permanecer un día prófugo.
El acusado, identificado como Mauro Díaz, fue localizado cuando llegó a la casa de un familiar, situada en cercanías del cruce de Espora y Padre Vieyra, del barrio Las Lomas, de la capital santafesina.
Fue el propio familiar quien llamó al 911 para denunciar que estaba allí, por lo que poco después Díaz quedó detenido y fue trasladado al Hospital Cullen ya que tenía una herida cortante en un pie.
El arresto se concretó pocas horas después de que su padre vinculara la masacre al tráfico de drogas y le pidiera públicamente a su hijo que se entregara porque su familia está amenazada.
Desde el Ministerio Público de la Acusación dijeron que el joven detenido está acusado de haber asesinado este domingo pasado a Omar Amarilla, a María Soledad Ingui y a Antonio Matías Fernández e hirió de gravedad a Celeste Villarisa y a Miguel Ravelli.
El padre del acusado, Jorge Alberto Díaz, contó este lunes por la mañana en diálogo con distintas radios santafesinas que, según los vecinos, su hijo había huido "herido y a pie" luego del hecho, que vinculó con la venta de drogas.
El triple crimen ocurrió el domingo alrededor de las 19 en una vivienda situada en Arzeno al 7300, a pocos metros de su intersección con calle Padre Genesio, en el barrio Scarafía, en el noroeste de la capital de la provincia.
Díaz padre, quien trabaja como panadero, contó que cuando se levantó de la siesta y antes de irse a trabajar vio que su hijo Mauro estaba reunido, tomando una cerveza, con quienes luego serían sus víctimas.
“Yo no sé si mi hijo vendía drogas, pero Amarilla sí andaba vendiendo drogas, ellos sí andaban vendiendo. Mi hijo se había empezado a juntar con ellos. Yo quiero que se entregue porque está mal lo que hizo. Yo soy padre y si a mi hijo le pasa algo, salgo a pedir justicia por él”, dijo Díaz antes del arresto.
Y agregó: "Mi esposa se fue al parque con mi hija y mis nietas, y en ese momento mi hijo llegó con estas seis personas. Se ve que discutieron y todo terminó así", expresó.
El hombre dijo que tras los asesinatos su familia recibió amenazas de muerte: “Nosotros estamos amenazados con que nos van a matar y nos van a quemar todo. Yo trabajo de panadero y no me puedo ir a las seis de la tarde y dejar sola a la familia”, explicó.
De acuerdo a la pesquisa, para cometer los ataques el sospechoso utilizó una pistola calibre 9 milímetros. Ingui y Fernández fueron hallados asesinados en el patio de la casa de Díaz, mientras que Amarilla sobrevivió unas horas y falleció cerca de la medianoche en un centro asistencial.
El padre de Díaz contó que su hijo trabajó hasta diciembre de 2018 en Buenos Aires, donde realizaba actividades relacionadas al turf, aunque regresó a Santa Fe para las últimas fiestas y se quedó. “Se empezó a juntar con esa gente”, dijo en referencia a las víctimas, y señaló que en su casa “no tenía armas”, aunque sabe que “andaba a los tiros cuando estaba con ellos”, ya que “andaban armados”.
Díaz padre recordó que en el último tiempo junto a la madre le llamaron la atención a Mauro, ya que desde que se había juntado con esas personas “estaba como descarrilado”.
La madre del acusado, Zunilda, dijo por su parte que ahora tiene miedo por sus hijas de 14 y 16 años.
Sobre los heridos, se informó que Villarisa fue trasladada al hospital Iturraspe con lesiones de bala, mientras que Ravelli permanecía internado en el hospital José María Cullen, donde fue sometido a una cirugía debido a dos balazos en el pecho y uno en la espalda, por lo que su estado es reservado.
La investigación la llevan adelante detectives de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Santa Fe, bajo las órdenes de la Fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, María Laura Gioria.
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