En Neuquén ya se convirtió en una costumbre, antes de cada evento deportivo de importancia, consultar al brujo Atahualpa. El experto en prácticas esotéricas, como él mismo se define, lleva un invicto de nueve aciertos y el último encuentro de River por la final de la Copa Libertadores ante Flamengo no fue la excepción. Pero hubo consecuencias.
Tras jugar un gran partido y ganarlo durante la mayor parte del encuentro, en los últimos tres minutos de juego, con la predicción de Atahualpa cerca de no cumplirse, el destino de River dio un giro inesperado y le terminó dando la victoria a Flamengo por 2-1.
Fue a la madrugada del día siguiente a la final cuando un grupo de personas atacó el frente del local del brujo, Santería Ángel del Amor, ubicada en Juan B. Justo al 613, pleno centro neuquino, rompiendo los vidrios del lugar arrojando envases de cerveza contra los cristales.
El hijo de Atahualpa fue el encargado de limpiar a la mañana siguiente los destrozos junto a su novia y también quien en diálogo con el medio La Mañana de Neuquén dio un dato que generó preocupación: desde el partido no sabían nada del brujo.
El joven expresó que no podían comunicarse, lo que habían intentado hacer en repetidas oportunidades tras el ataque al local. No hubo respuesta. Infobae pudo sin embargo comunicarse este lunes con Atahualpa, quien explicó que se encontraba en un retiro espiritual.
Sobre el ataque a su comercio expresó que “es sólo fútbol, fanatismo, pero ya está”, al tiempo que manifestó su tranquilidad ya que “no hubo heridos”. En cuanto a los pronósticos deportivos, a pesar de su buena performance, adelantó que se retirará por un tiempo.
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