Marina Silvia Morbiducci, de 53 años, está desaparecida desde el sábado a la mañana. Ese día, le dijo a su hijo que tenía que ir hasta su trabajo en San Isidro para buscar el cargador del celular que se había olvidado el día anterior. Partió de su casa, en Ingeniero Maschwitz, a las 10:30 y arribó a la oficina de la calle Alem 470 a las 11:07. La llegada de la mujer quedó registrada en la cámara de seguridad del lugar.
“En el video se ve que agarra un cargador, no se sabe si es el suyo, y se retira. No estuvo más de cinco minutos. Las cámaras de afuera muestran que ella llega y se retira en auto”, contó su hijo Francisco, que fue quien radicó la denuncia por su desaparición.
La última comunicación telefónica que tuvo con su madre fue alrededor de las 12:30 de ese día. Marina, que estaba en las inmediaciones de la estación de San Isidro, llamó a Francisco para preguntarle si le había pagado a la señora que la ayuda con la limpieza de la casa. “Fue una conversación normal. No noté nada raro. Me dijo ‘en un rato nos vemos’“, relató el joven.
A las 14 horas, Marina tenía previsto ir a hacerse unos masajes en Recoleta por una dolencia que tenía en el brazo derecho. Nunca llegó a destino. Su última conexión en el WhatsApp indica “12:31 horas”, después de hablar con su hijo.
En la investigación de la desaparición interviene la fiscal Carla Gruñeiro de la UFI Escobar, quien en las últimas horas tuvo una revelación clave: pudo corroborar que Marina estuvo alojada hasta ayer a las 17:11 en el Hotel Costa Galana de Mar del Plata.
“Abonó con tarjeta de crédito. La habitación número 616 –donde ella se había alojado– estaba vacía y sin equipaje. No registró ningún vehículo y no hizo el check out”, informaron fuentes policiales. De hecho, las cámaras de vigilancia del hotel la registraron haciendo el check-in con total normalidad.
El domingo a las 11:40 volvió a usar su tarjeta en un local de la calle San Lorenzo. Los empleados del lugar, en donde compró una riñonera, hablaron de una supuesta crisis nerviosa.
“Marina es muy coherente, es una persona lúcida. No estaba en relación con ninguna persona. No hay ningún indicio de que estuviera con alguien de Tinder o de las redes. Esto es una situación totalmente atípica”, señaló a TN una de sus amigas. Su perfil comercial tampoco habla de deudas voluminosas, algo que explique su salida a Mar del Plata, un posible deseo de huir.
A Néstor, el hermano de Marina, también le llama mucho la atención toda esta situación: “Con mi primo, que es el empleador de ella, la buscamos por todos lados. Incluso, hicimos el trayecto que Marina hizo el día que desapareció. El auto de mi hermana es un Honda Fit gris metalizado patente MDM 922 y tiene una particularidad, que es que la puerta trasera izquierda está doblada y abollada”, precisó el hombre para que la gente colaborara en búsqueda. Y dio al aire su número de celular, para que el que tenga datos sobre su paradero se comunique directamente con él.
Lo curioso de esta desesperante situación es que en medio del móvil televisivo sonó el teléfono de la amiga de Marina –que minutos antes había brindado su testimonio– y la voz de un hombre le dijo que tenía información sobre la mujer. Se hizo pasar por el titular de la Comisaría de San Isidro y le dijo que Marina se había presentado sola en el lugar y por sus propios medios, y que quería que la pusieran en contacto con su familia.
Cuando la mujer le pasó el teléfono a Néstor, no se encontró con la voz de su hermana sino con la de un hombre que le decía que tenía secuestrada a Marina y que si quería volver a verla tenía que pagar un rescate. Rápidamente la comunicación se cortó.
Ahora, la policía investiga si se trató de un secuestro extorsivo o de algún bromista que alertado por los números de teléfono que difundió la familia decidió burlarse. Pero Marina sigue sin aparecer. Por lo pronto, la unidad antisecuestros de la Procuración no tiene ninguna notificación sobre el tema.
Mientras tanto, el Honda Fit de Morbiducci fue encontrado a siete cuadras del hotel en la esquina de Almafuerte y Alem. Información policial apunta que la mujer oriunda de Maschwitz dejó el hotel a las 8:55 de la mañana de hoy por un pasillo lateral. Le dijo a un empleado que no le gustaba “el olor del limpiador” de la entrada principal. La Policía Bonaerense concentra el protocolo de búsqueda en las zonas comerciales y en la terminal de micros.
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