En junio de 2018, un dealer fue detenido en el barrio porteño de Palermo mientras intentaba vender 17 dosis de ketamina en las inmediaciones de un boliche. A partir del secuestro de su celular, los peritos informáticos de la Policía de la Ciudad analizaron la información y obtuvieron una lista de contactos relacionados a la venta estupefacientes y drogas de diseño.
La Justicia porteña autorizó la intervención telefónica de esas líneas y de esa forma la investigación logró llegar hasta la cima de la cadena de comercialización, a quien resultó ser el proveedor de las sustancias: un reconocido DJ y organizador de eventos acusado de ser el líder que fue detenido el miércoles 20 de este mes.
Su fiesta, que se suele realizar en una disco del microcentro porteño con varias fechas a lo largo del 2019, es una de las más reconocidas en el circuito local de K-Pop, el fenómeno musical surcoreano de pop bailable que convoca a jóvenes y adolescentes con megaestrellas globales como BTS.
El DJ, además, era activo en fiestas y eventos del circuito de discotecas de Palermo.
A partir de esa información, el juez Gustavo Letner, a cargo del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 15, libró órdenes de allanamiento en dos departamentos de un edificio ubicado en la calle Granaderos al 100, en el barrio de Flores, donde vivía el sospechoso junto a sus padres, ambos de origen surcoreano y de aproximadamente 60 años de edad.
De acuerdo a las tareas investigativas realizadas por la División Precursores Químicos de la Policía de la Ciudad, el DJ está acusado de realizar junto a sus padres las entregas de la mercadería y se encargaban de las cobranzas las cuales podían realizarse con dinero en efectivo o a través del pago electrónico ya que utilizaban, en algunos casos, un lector portátil de tarjetas de crédito para camuflar la transacción como una operación de e-commerce.
A través de registros fílmicos y fotográficos quedó documentado durante las pesquisas que, además de la colaboración de sus padres, el DJ supuestamente utilizaba a mujeres jóvenes para comercializar las sustancias durante sus presentaciones en boliches.
Los efectivos de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Porteña entraron en forma simultánea en los dos departamentos y sorprendieron en uno de ellos al dealer junto a tres compradores en el momento que realizaban una transacción de pastillas de éxtasis.
En el allanamiento se secuestraron más de 515 pastillas con diferentes logos y colores, una pistola 9 milímetros con la numeración borrada y seis municiones del mismo calibre, la suma en efectivo de 20.335 pesos y 53 dólares, ocho celulares, dos latas con flores de cannabis, una bolsa de cierre hermético con 15,5 gramos de pastillas rotas, una computadora y un lector de tarjetas de crédito y débito para celulares.
El juez del caso determinó la detención de todo el grupo familiar investigado, como así también de los compradores, que fueron trasladados a distintas dependencias de la Policía de la Ciudad.
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