Un fiscal solicitó hoy penas de 13 años y cuatro meses de prisión para los dos imputados que están acusados de haber asaltado y disparado contra Christoffer Persson, el turista sueco al que debieron amputarle una pierna como consecuencia de los impactos recibidos a fines de 2018, en el barrio de Monserrat.
El requerimiento fue realizado este martes por la mañana por el fiscal del juicio, Fernando Fiszer, al alegar ante el Tribunal Oral en lo Criminal 16 porteño, que juzga a Roberto Leonel “Chicho” Gramajo y Rodrigo Armando Peláez.
En el caso del primero de los acusados, teniendo en cuenta que contaba con una condena en suspenso previa de tres meses de prisión, Fiszer pidió que se le aplique una pena única de 13 años y siete meses de prisión.
Para el representante del Ministerio Público, ambos acusados deben ser declarados coautores del delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”, ya que “la reacción de la víctima les impidió apropiarse del celular”.
Fiszer recalcó que en este hecho “se provocó lesiones gravísimas a la víctima” -le tuvieron que amputar la pierna derecha-, y que “el comportamiento posterior de los imputados (el que hubieran escapado de la escena) revela un total desinterés por la vida ajena”.
En la audiencia también brindaron sus alegatos los defensores de Gramajo y de Peláez, Osvaldo Miranda y Daniel Santangelo, respectivamente. Ambos pidieron la absolución de los acusados por entender que, al no haberse encontrado el arma ni haberse identificado debidamente el vehículo que participó del hecho, las acusaciones eran “meras hipótesis”. “Existe una duda razonable sobre la participación de mi defendido en el hecho”, señaló Miranda.
La presidenta del tribunal, la jueza Bértola, había pedido previamente a los defensores que “exploraran” todas las posibles calificaciones legales para el episodio, más allá de la caracterización hecha por el fiscal, y luego de escuchar las exposiciones de los abogados consideró “insuficientes” sus argumentos y los convocó a hacer un alegato más amplio y estructurado dentro de una semana.
En el receso que hubo entre el alegato del fiscal y los de las defensas, los familiares de los dos imputados cruzaron acusaciones por la responsabilidad en el episodio, e incluso Peláez recibió un golpe de un hermano de Gramajo cuando circulaba esposado por el pasillo rumbo a la sala de audiencias.
Según la acusación, el 30 de diciembre de 2018, cerca de las 23.20, Persson y su novia María Izzo se encontraban detenidos en la vereda de Tacuarí al 400, verificando en el celular el camino para llegar al hotel en el que se hospedaban, en el barrio de Monserrat. En esa circunstancia, Gramajo descendió de un Peugeot 207 que manejaba Peláez y abordó a la pareja con una pistola Bersa calibre 22 para exigirle al sueco que entregara el teléfono.
Según el testimonio de Persson, quien declaró en julio pasado vía teleconferencia desde Inglaterra, Gramajo tomó el celular con ambas manos pero cuando se disponía a llevarlo, él logró arrebatárselo para recuperarlo, por lo que, en ese momento, el ladrón le apuntó con el arma “a la cabeza y al pecho”.
Siempre en base a la versión del turista sueco, en ese momento se produjo un forcejeo en el que él logró bajar la pistola y, gracias a eso, cuando el asaltante disparó, el tiro le dio en una pierna.
Luego de ser baleado, el turista sueco fue llevado de urgencia al Hospital Argerich, donde los médicos tuvieron que amputarle la pierna por la lesión sufrida y estuvo 20 días internado.
La secuencia del robo fue captada por una cámara de seguridad y allí se ve como un individuo joven, con gorra y un arma en la mano se acerca a la pareja y luego de un forcejeo muy breve el agresor se aleja volviéndose a subir al Peugeot 207 en el que se trasladaba.
La clave para esclarecer el caso fueron el análisis de distintas cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en el lugar del hecho y del Anillo Digital, las cuales permitieron reconstruir el hecho y el recorrido posterior del auto de los delincuentes.
En la luneta de ese auto se detectó un casco de obra blanco y los investigadores determinaron a partir de ese indicio que el vehículo pertenecía a la flota de una firma constructora. Al usar su rastreador satelital las fuerzas de seguridad dieron con el en un domicilio de la localidad bonaerense de Sarandí, donde se detuvo a Peláez.
Dos días después Gramajo fue detenido en la casa de su novia en la Isla Maciel, de Dock Sud, partido de Avellaneda. En la jornada inicial del juicio, que tuvo lugar el martes pasado, Gramajo denunció que cuando declaró en la instrucción se había autoincriminado como consecuencia de un “apriete” de la policía. En ese entonces, había dicho que reconoció ante el magistrado y el fiscal de la causa Marcelo Retes que disparó contra Persson durante un robo pero que el tiro se le había escapado.
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