El cambio de ciclo político comienza a sentirse en las fuerzas de seguridad.
Este miércoles por la mañana, fuentes en el Ministerio de Seguridad provincial confirmaron a Infobae que el comisario general Fabián Perroni, jefe de la Policía Bonaerense, pidió su retiro activo de la fuerza. Las mismas fuentes aseguraron que continuará en el cargo junto al ministro Cristian Ritondo, hasta que termine la gestión: Perroni, que asumió en mayo de 2017, continuará en la transición y seguirá hasta la asunción de las nuevas autoridades.
“Nada grave”, apunta una autoridad, que considera el retiro de Perroni como algo previsible. “Tiene los años para pedir el retiro”, asegura, mientras remarca que el comisario general lleva 40 años con el uniforme.
El pedido de retiro fue aceptado y dispuesto en una resolución administrativa firmada por Ritondo. Perroni deberá entregar su declaración jurada antes de dejar el puesto.
Como figura pública, Perroni, parte del subescalafón Comando de la fuerza, no fue una fuente de preocupaciones para sus jefes políticos. Se lo veía con frecuencia en actos y presentaciones junto al ministro Ritondo, sin hacer declaraciones altisonantes. Las polémicas marcaron a su predecesor, Pablo Bressi, que entró a la jefatura de la fuerza tras ser la cabeza del área de Drogas Ilícitas. Una ex pareja lo acusó de violencia de género en una nota de tapa de la revista Noticias. En 2016, Bressi tuvo su primer gran roce político cuando Elisa Carrió le lanzó graves acusaciones en Vórterix. “Lamentablemente en la Provincia tienen a uno de los cómplices del narcotráfico, que es Bressi”, dijo la diputada. Carrió fue más lejos todavía: vinculó a Bressi con el célebre capo narco de San Martín, “Mameluco” Villalba, y con negocios turbios en la DDI de Morón con el capo como principal aportante de pagos que el actual jefe de la Policía Bonaerense habría cobrado. Las acusaciones fueron rápidamente rechazadas, pero sin confrontar.
Así, Perroni representó un cambio de estilo sin fricciones.
En lo operativo, su gestión estuvo marcada por una fuerte preponderancia del área de Asuntos Internos, con policías detenidos y sumariados por supuestas participaciones en ilícitos, además de una alta cantidad de arrestos y la mayor tasa de sobrepoblación en la historia de las comisarías provinciales. Un reciente informe del Tribunal de Casación Penal de la provincia asegura que 45 mil personas fueron arrestadas durante 2018, el 88 por ciento en hechos de flagrancia.
Así, la provincia de Buenos Aires llegó a 308 detenidos cada 100 mil habitantes: Brasil tiene 328 cada 100 mil. En agosto de 2019 se informaron 3.807 detenidos en dependencias policiales, con capacidad para menos de la mitad.
SEGUÍ LEYENDO: