El 30 de diciembre de 2018, el turista sueco Christoffer Persson fue atacado por dos delincuentes que intentaron robarle el celular en la esquina de Defensa y Tacuarí, barrio de Montserrat, a dos cuadras del hotel en el que se hospedaba. Persson, acompañado de su novia, María Izzo, recibió un tiro en su rodilla derecha. Los ladrones huyeron sin robarle el teléfono, subieron a un auto y desaparecieron. Tras ser asistido por un grupo de ciclistas y una enfermera que pasaban, Persson fue trasladado por el SAME al Hospital Argerich. Cuatro días después perdió su pierna, la lesión llevó a una amputación. Cuando se recuperó, el turista sueco visitó la Bombonera en silla de ruedas.
Hoy, los dos sospechosos del ataque, Rodrigo Armando Peláez y Roberto Leonel Gramajo, alias “Chicho”, de 22 y 25 años respectivamente, enfrentaron la primera audiencia del juicio en su contra en el Tribunal Oral Criminal Nº 16 con los magistrados Cristina Bertola, Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani. Fernando Fiszer, que logró la condena al portero Jorge Mangeri, es el fiscal acusador. Según información publicada por Télam, Gramajo está acusado de ser el presunto tirador, el autor material del ataque.
Person e Izzo no estuvieron presentes en el juicio. Sus testimonios fueron incorporados por lectura tras dos videoconferencias. Persson habló desde Londres, Izzo desde Suecia. Fue la primera prueba que se presentó en el proceso. Lo que dijeron fue lapidario.
Infobae estuvo presente en la sala para oír los relatos. Gramajo se movía incómodo en su silla, con una gran cicatriz en semicírculo en el costado derecho de su cabeza.
Persson aseguró: “Ese hombre disparó, caí al piso y era sangre. No vi que moviera ningún mecanismo de seguridad en su arma. Huyó y entró en un auto, era blanco, gris claro o algo similar, de cuatro puertas. Mi teléfono lo tengo, se lo arrebaté de la mano, era un hombre joven y de voz muy suave. Por las lesiones que me provocó perdí la pierna”. El tiro llegó a su pierna por un forcejeo.
Izzo fue aún más terminante: “Los escuché gritar ‘teléfono, teléfono’. El que lo dijo tenía un acento raro. Le disparó, tenía una bala en la recámara, no corrió la corredera, el proyectil estaba en la recámara, un solo disparo. El idiota simplemente disparó. Corrió a Venezuela y Tacuarí, entró en un coche. Le pedí a un chico que pasaba su camiseta para hacer un torniquete”.
Dos de los ciclistas declararon: uno de ellos aseguró haber visto el fogonazo del disparo a la distancia y reconstruyeron la aplicación del torniquete, entre gran cantidad de sangre.
Una de las claves para esclarecer el caso fue el análisis de videos de las cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en el lugar del hecho y en el Anillo Digital que, en este último caso, permitieron reconstruir el recorrido que los delincuentes hicieron en auto al escapar tras el asalto.
En base a esas imágenes los investigadores bajo el fiscal Marcelo Reyes determinaron que fue un joven que descendió por la puerta trasera izquierda de un Peugeot 207 gris quien se acercó hasta el turista con una pistola en la mano y le apuntó al pecho. En ese video se ve también que Persson le corrió el arma con la mano y en ese movimiento se produjo el disparo y el balazo le dio en la pierna, tras lo cual el ladrón volvió al auto y escapó.
Luego fue el turno de Gramajo para declarar. Aseguró que sufrió un apriete de la Policía de la Ciudad para hacerse cargo del hecho. “Amenazaron a mi familia”, aseguró. En la etapa de instrucción, “Chicho” aseguró en su indagatoria que había disparado y que el tiro fue por error.
El juicio continuará durante dos audiencias más. Gramajo y Peláez –acusado de ser el conductor del auto de la huida– son representados por defensores oficiales.
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