Un juez de la provincia de Santa Fe dictó este la prisión preventiva de un líder religioso local, quien se encuentra acusado de abusar sexualmente de al menos seis niñas y adolescentes, todas menores de edad. Las víctimas eran supuestamente atacadas cuando se quedaban a dormir en la congregación a la que pertenecían.
El hombre en cuestión tiene 67 años y lidera la Congregación Religiosa del Pueblo de Dios en la provincia mediterránea. Identificado por sus siglas -A.A- fue detenido el pasado 27 de octubre en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones. Las fiscales Alejandra del Río Ayala y María Celeste Minniti le atribuyeron la autoría de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado - el agravante es el hecho de ser ministro de culto- en perjuicio de tres de las víctimas.
Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), A.A fue acusado también de abuso sexual simple reiterado en otros dos casos y de abuso sexual gravemente ultrajante “en perjuicio de otra víctima”.
En relación a los hechos cometidos en perjuicio de cuatro de las seis víctimas, las fiscales imputaron al religioso por promoción a la corrupción de menores, agravada en dos casos por amenazas, en otro por abuso de autoridad y en el cuarto por violencia, precisaron fuentes judiciales a Télam.
Según detallaron Del Río Ayala y Minniti, los abusos “fueron cometidos en reiteradas oportunidades entre 2015 y 2017 en perjuicio de seis niñas y adolescentes, todas menores de edad al momento de sufrir las agresiones sexuales”.
“Las víctimas eran agredidas cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación religiosa y también al momento de ser trasladadas por el imputado en un vehículo particular”, agregaron.
Para las fiscales, el acusado procuraba alejarlas de sus familias “quienes confiaban en él a raíz de su posición de líder religioso”.
Además se informó que “en algunos casos utilizó violencia para neutralizar a las niñas, en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa y en otros las amenazó con suspenderlas en la práctica religiosa si no aceptaban ser abusadas”.
Del Río Ayala y Minniti sostuvieron que “la modalidad del abuso, el contexto religioso y la diferencia de edad entre el imputado y las víctimas, tienen entidad suficiente para interferir en el libre desarrollo sexual de las menores”.
El juez penal Héctor Gabriel Candioti aceptó la imputación fiscal y ordenó la prisión preventiva. Para las fiscales, el magistrado entendió los riesgos procesales concretos para que A.A quede en prisión mientras continúa el proceso.
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