Julieta Silva, la mujer condenada a tres años y nueve meses de cárcel por haber atropellado y matado a su novio, el rugbier Genaro Fortunato (25), perderá el beneficio de la detención domiciliaria y seguirá cumpliendo la pena en prisión.
La situación de Silva se modificó el 31 de octubre, cuando la Sala Penal de la Suprema Corte de Mendoza rechazó un recurso extraordinario presentado por el abogado defensor Alejandro Cazabán. La medida pretendía que el caso sea tratado por la Corte nacional, pero el instrumento fue denegado por los jueces José Valerio, Mario Adaro y Dalmiro Garay.
Según el criterio de la Corte local, la solicitud era reiterativa y no logró demostrar que la pena dictada por homicidio fuera arbitraria.
Con esa negativa, ahora se espera que el tribunal que la condenó sea notificado y ejecute la sentencia de encierro, señalaron varios medios locales.
En caso de volver a prisión, lo cierto es que Silva estará poco tiempo encerrada en el sistema penitenciario. Silva pronto cumplirá 24 meses de condena, por lo que su estadía en la cárcel no se extenderá más allá de marzo de 2020, cuando esté en condiciones de solicitar la libertad condicional y salidas transitorias.
En septiembre de 2018, la mujer fue condenada a tres años y nueve meses de prisión y a ocho años de inhabilitación para conducir por el delito de “homicidio culposo agravado”.
El accidente vial se había producido un año antes, en la puerta de “Mona Bar” de San Rafael, donde embistió a Fortunato. Según el fallo, Julieta y Genaro estaban viviendo un “romance” y habían salido del boliche "alcoholizados”. Ella tenía 0,98 gramos de alcohol por litro de sangre; y él con 1.80 gramos.
La secuencia continuó con una discusión cuando iban a subirse al auto, pero la mujer resolvió irse sola a su casa en su FIAT Idea. Sin sus anteojos puestos, ebria y con la visibilidad reducida por la noche y el clima lluvioso, empezó a manejar su coche mientras Genaro corría a la par y golpeaba la ventanilla del auto. En ese marco, el joven cayó al suelo.
El homicidio se produjo inmediatamente. Julieta volvió a buscar a Genaro y giró en U con su coche, pero no logró ver que el rugbier estaba intentando reincorporarse desde el piso. Durante la maniobra, Silva le aplastó el cráneo. Para los magistrados, Silva atropelló a su novio, pero lo hizo sin intención de asesinarlo.
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