Hay una pista concreta para investigar los asesinatos del mago Leonardo Fernández y su novia Jéssica Alberti Cigola. “El móvil primario fue dinero, básicamente”, reconoció el fiscal del caso, Alejandro Musso. Ahora, detrás de esa definición se abre otro interrogante para la Justicia: ¿de dónde habían salido los USD 150 mil que le robaron a la pareja?
El funcionario judicial por ahora no quiere referirse a ese tema, pero hay un indicio que genera sospechas: en la casa del mago de Parque Patricios la Policía secuestró 115 gramos de cocaína. Además, había elementos que se utilizan para el corte y el pesaje de la droga; es decir, para la comercialización de la mercadería. Si bien la cantidad encontrada no demuestra la existencia de un negocio a gran escala, los investigadores no descartan la presencia de la sombra narco detrás de los asesinatos.
Sin dar detalles, el fiscal Musso reveló que “las víctimas y los imputados se conocían” y que la relación habría nacido en la noche, “en fiestas relacionadas con el consumo” de drogas.
Respecto a la posibilidad de que “Alex Ilusionista” -tal como se hacía llamar el mago-, y su pareja hayan sido torturados durante varias horas, el fiscal informó que por lo que sabe de las autopsias “no tenían a simple vista lesiones de esa característica”, pero sí pudieron establecer como data de muerte las 23.30 del jueves. “Podríamos decir que eventualmente esas personas han estado en el departamento más de 20 horas con vida", afirmó.
Una cámara de seguridad registró a las 0.47 del jueves la llegada de “Alex” y su pareja a la escena del crimen, el departamento de la calle 25 de Mayo al 1147 de San Fernando, donde unos minutos antes habían arribado en moto los hermanastros detenidos, Rubén Andrés Grasso y Roberto Juan Alegre.
La autopsia realizada en los cuerpos de las víctimas confirmó que ambos tenían “lesiones de defensa” y que a “Alex” lo mataron a golpes con un caño con un bulón en la punta que fue hallado sobre el colchón de la cama, al lado de la cuchilla ensangrentada con la que asesinaron de tres puñaladas en el cuello a Jéssica, una de las cuales le cortó la aorta y causó su muerte. El forense también encontró en un bolsillo de Fernández una bocha de cocaína.
Sobre la joven, Musso aclaró que “no existe ningún indicador de que haya actuado como entregadora”, y explicó que si bien no eran novios, “convivía asiduamente” con Fernández en su casa de Parque Patricios.
Fuentes judiciales aseguraron que el primer detenido de la causa, Alexis Miguel Bonnet, arrestado dentro de la casa de Fernández por la Policía de la Ciudad la madrugada del viernes, fue quien admitió ante el juez de Capital Federal que junto a los hermanastros habían robado de una caja de seguridad “ciento cuarenta mil dólares”.
El último detenido por el caso, Alegre, quien fue apresado en la villa Luján de Quilmes luego de que un vecino lo reconoció por la foto que circuló por los medios y llamó al 911, se negó a declarar al ser indagado por Musso y, por lo tanto, no repitió la frase sin valor judicial que ayer pronunció ante testigos: “Perdí, yo tuve que ver con el robo del mago”.
Al igual que su hermanastro,
Hasta el momento, la Justicia tiene como presuntos autores materiales a los hermanastros Grasso y Alegre. Ambos quedaron imputados por “doble homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por criminis causa”, delito que prevé prisión perpetua. El fiscal no descarta que Bonnet también sea acusado por los asesinatos.
El juez Gustavo Pierretti, quien subroga el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 17 y actuó en el inicio de la investigación, cuando la madrugada del viernes detuvieron a Bonnet en la casa del mago, ya se declaró incompetente y le giró el expediente por el robo al fiscal Musso para que lo unifique con el del doble crimen.
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