La noche del viernes pasado Lautaro, un alumno de 11 años de la Escuela N° 35 de Zárate, murió en el Hospital San José de Campana, a donde había ingresado con un cuadro de hemorragias en la nariz y la boca. Según contó Leonela, la madre del menor, después del funeral de su hijo se enteró de que había participado horas antes de una pelea durante el horario escolar y había recibido un golpe en el pecho. Tras conocerse el caso, la Justicia inició una investigación de oficio sobre un posible vínculo entre esa pelea y su fallecimiento.
La causa recayó en la UFI N° 2 de Campana, a cargo de Matías Ferreirós, que indicó a Infobae que los resultados preliminares de la autopsia realizada en la morgue judicial de Campana “no detectaron ningún tipo de lesión traumática que pudiera haber provocado la muerte. No se constataron lesiones en el cuerpo que puedan dar ese desenlace fatal”.
El informe forense estableció como causa una muerte súbita. Ferreirós aseguró que son necesarias pericias complementarias para determinar las causas detrás del diagnóstico, que se llevarán a cabo en los laboratorios periciales de La Plata, indicó el fiscal, con un análisis toxicológico a su sangre y otro análisis a sus vísceras. La historia clínica de Lautaro también será incorporada.
No obstante, fuentes de la investigación sostienen: "Un nene de 11 años no va a tener probablemente sustancias en sangre y es difícil que aparezca en las pericias algo relacionado al episodio en la escuela”.
Leonela contó en declaraciones televisivas que el viernes su hijo le había manifestado que le dolía el pecho, se sentía mareado y le había sangrado la nariz. Hasta entonces ella no sabía que lo habían golpeado. Lautaro se descompensó horas más tarde y una vez en el hospital, sufrió un paro cardíaco y falleció.
La madre cuestionó a las autoridades escolares. "No sé cómo fue pero no voy a culpar a nadie, acá la responsabilidad es de la maestra y de los directivos. Las escuelas son su segundo hogar, necesitamos que nos digan. No es normal un golpe. Si hubiese sabido que mi hijo fue golpeado, todo habría sido distinto. Ni siquiera se lo pude decir al médico”, se lamentó.
A raíz del reclamo de la familia, el cuerpo de inspectores educativos de Zárate empezó una investigación para saber qué sucedió. Como primera medida decidieron apartar del cargo a la maestra que estaba en clase cuando se desató la pelea hasta tanto se aclare la situación.
Por su parte, el fiscal Ferreirós aseguró que por el momento no están programados más llamados a autoridades, docentes, padres y chicos para declarar, “hasta que no haya más precisiones”.
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