“Cuando me enteré que era menor me dio pena”. La frase la dijo anoche Claudio Prado, el hombre que horas antes había matado a un ladrón de un disparo y herido a otro cuando defendía a su sobrino de un asalto en su casa de Longchamps. Prado fue liberado luego de que el fiscal Pablo Rossi considerara que se trató de que actuó en legítima defensa. Hoy, Prado está recluido en la casa de un amigo, según pudo saber Infobae. Tanto él como su familia tienen miedo de posibles represalias de los familiares de los delincuentes, que son del mismo barrio que ellos y vivían a pocas cuadras, aunque aseguran que no se van a mudar.
“Hace 45 años que vivimos acá. Nosotros no hicimos nada como para andar escapando. Nos vamos a quedar. Ademas la realidad es que si quisiera hacerlo no tendría cómo. Somos laburantes y no nos sobra nada. No tenemos dinero para cambiar de casa. Aunque si, nos da miedo que vengan a vengarse. Eso es innegable.”, dice Oscar, hermano de Claudio.
Infobae accedió a los fundamentos por los que la Justicia consideró que Prado se defendía del ataque dentro de la ley. El fiscal Rossi hizo una valoración integral de la situación y tomó en cuenta que los ladrones realizaron un disparo mientras escapaban contra el propio Prado. En el video de la balacera, tomado por la cámara de seguridad de Prado, no se llega a ver a los delincuentes tirando en su huida pero si se ve que el hombre se agacha esquivando ese disparo. Incluso quedó el impacto en la pared. Ese punto es fundamental porque implica que no estaban huyendo simplemente, sino que seguían su ataque.
Otro punto que Rossi valoró tiene que ver con el primer disparo que realizaron los ladrones a segundos de comenzado el robo. Fue a manera de amedrentamiento contra el sobrino de Prado y su mujer. Se ve claramente en las imágenes el momento en el que el delincuente tira. El fiscal entendió que eso tornaba presumible una lesión contra la pareja que estaba siendo asaltada.
El último de los argumentos tiene que ver con que no hubo un corte temporal entre el violento robo y el asesinato sino que fue todo parte de una misma secuencia. Que no haya un periodo de tiempo entre los dos hechos es fundamental para encuadrar este tipo de casos en una legítima defensa: el fiscal consideró que todo fue parte de un mismo hecho.
En paralelo a esto, la Policía Bonaerense y la justicia siguen tras los pasos del tercer ladrón, que está prófugo. Un video de una cámara de seguridad de una panadería cercana a donde se produjo el hecho lo muestra escapando y los investigadores estarían próximos a identificarlo.
El delincuente fallecido tenía 17 años y su cuerpo todavía no fue entregado a la familia. Contaba con antecedentes penales por robo bajo la modalidad de escruche y por robo agravado por el uso de arma de fuego. En cuanto al herido, se trata de Patricio Ariel Gonzalez, de 18, quien se está recuperando de un disparo en la pierna derecha en el hospital Lucio Meléndez de Adrogué. También tiene causas previas en la Justicia, en este caso por robo y amenazas.
La vida después del hecho
Luego de firmar los papeles correspondientes en el edificio de tribunales de Lomas de Zamora, Prado fue liberado ayer mismo. Salió del lugar cerca de las 21 y afuera lo esperaba su familia. Entre otros estaba su mujer, que durante todo el día le hizo llegar medicamentos para tratar la diabetes que sufre desde hace varios años.
Entre todos decidieron que por una cuestión de seguridad y tranquilidad que Claudio, su esposa y sus 5 hijos no vuelvan a la casa donde se produjo la balacera. Un amigo se ofreció a presentarles su vivienda para que puedan dormir ahí. La dirección es un secreto entre la familia. No quieren que se conozca por miedo a posibles represalias por parte de los familiares y amigos de los delincuentes.
Como explicó Oscar, para la familia Prado no es una opción mudarse o cambiarse de barrio. La policía dispuso que un patrullero se quede en la zona y realice recorridas para custodiar a la familia.
Camila, hija de Claudio, realizó un posteo en las últimas horas defendiendo a su padre: “Mi papá es la mejor persona que existe, trabaja todos los días de 6 a 18 y cuando vuelve sigue laburando para su familia. Siento orgullo por él. Cualquier persona en la misma situación hubiera actuado de la misma forma, tuvimos mucho apoyo, pero también está la minoría que defiende a estos delincuentes, esos mismos que nunca les robaron, apuntaron con arma de fuego o mataron a un familiar suyo. Ojalá nunca les suceda una situación así, pero espero y puedan ser más empáticos con una persona del bien y no con el delincuente, demuestran ser igual de mierda que ellos”, escribió.
Los Prado intentarán retomar su vida normal cuando los medios dejen de prestarle atención al tema, pero el miedo de un ataque vengativo seguirá latente por un tiempo, es algo inevitable. Ademas, en la causa judicial no está todo cerrado ni definido. Fuentes judiciales advirtieron que la investigación continúa y no se descarta que en un futuro la imputación pueda cambiar a exceso en la legítima defensa. Eso podría surgir en base a lo que arrojen distintas pericias y a los testimonios de vecinos.
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