Un juez porteño dictó la prisión preventiva de dos mujeres acusadas de haber matado a un joven “por error” en el barrio porteño de Villa Lugano, luego de que en mayo último prendieran fuego el auto en el que dormía al creer que el hombre era la pareja de una de ellas.
La medida fue dispuesta por el juez en lo Penal, Contravencional y de Faltas número 10, Pablo Casas. La causa, por su parte, está caratulada como “estrago doloso seguido de muerte”. El nombre de la víctima es Brian Abelenda.
Durante la audiencia, el fiscal Carlos Rolero Santurian solicitó al magistrado que las imputadas cumplan prisión preventiva teniendo en cuenta que hay “peligro de fuga”, ya que no pudieron demostrar arraigo suficiente. El peligro de fuga, junto al posible entorpecimiento de la investigación, son una de las dos causas posibles para dictar la prisión preventiva. En caso de ser encontradas culpables, a las mujeres les cabría una pena que oscila entre los 8 y 20 años de prisión.
La defensa oficial intentó demostrar el arraigo, pero para el juez no fue suficiente.
El hecho ocurrió el 18 de mayo último, cuando una de las mujeres mantuvo una pelea con su pareja. Cómo la mujer sabía que el hombre habitualmente dormía en un auto en la calle, decidió vengarse y prendió fuego el vehículo, que estaba en la avenida Eva Perón 6633. Sin embargo, quien se encontraba allí esta noche no era él, sino un amigo, Abelenda.
De acuerdo con imágenes captadas por una cámara de seguridad que grabó los hechos, la agresora fue al lugar junto a una amiga y, luego de haber prendido fuego el auto, le arrojó algún tipo de líquido inflamable que hizo que las llamas se propagaran más rápido.
Luego, las mujeres se escaparon. Cuando los Bomberos concurrieron a apagar el siniestro encontraron el cadáver carbonizado de Abelenda.
La causa tramitó desde el inicio en el fuero Nacional en lo Criminal y Correccional, donde aún se investigan todos los homicidios cometidos en el ámbito porteño. Pero luego de casi cinco meses fue enviada a la Justicia de la Ciudad por una cuestión de competencia, ya que se consideró que se trataba de un “estrago doloso seguido de muerte” y que la finalidad de las autoras no era matar a la víctima.
Cuando el fiscal Rolero Santurain recibió el expediente, le dio intervención a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, cuyos efectivos lograron ubicar y detener a las sospechosas el viernes pasado. Tardaron 48 horas.
Una de las mujeres estaba refugiada en la Ciudad Oculta, a metros de donde se había cometido el crimen, y otra en el partido bonaerense de La Matanza.
Ambas tienen antecedentes por robo y tentativa del mismo delito y el sábado pasado se negaron a declarar.
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