Lo que ocurrió el viernes en la vida de Nahir Galarza, en menos de tres horas, puede resumirse con imágenes y ritmo del trailer de una película confusa y sin género definido.
Sería así: Nahir cuenta que está embarazada de cinco meses. Lo oculta hasta de sus padres, que se enteran cuando trasciende la noticia. Tiene miedo de que todo el mundo opine y la critique. Y lo más importante, según aseguran que dijo, es cuidar a su futuro hijo o hija, porque no sabe el sexo ni se hizo estudios.
Ella le dice a un periodista que no sabe quién es el padre. Que conoció a amigos de sus compañeras de encierro, a compañeros de la facultad, a jóvenes que la llaman o le escriben, y que nunca tuvo novio.
Pero luego en la cárcel desmienten lo que ella asegura, le hacen estudios en un hospital y confirman que no espera un bebé.
Se dice que podrían sancionarla por mentir, aunque a nadie castigan por eso, o por dar una nota sin permiso judicial y penitenciario. Y podría volver al mismo calabozo de la cárcel de mujeres de Paraná donde estuvo cinco días por subir fotos a su Facebook con la frase: “Cumpliendo la maldita condena”.
Todo comenzó cuando la joven de 20 años, condenada a cadena perpetua por matar de dos balazos a Fernando Pastorizzo, según ella por accidente, el 30 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú, le dijo al portal Ahora, de Paraná, que estaba embarazada de cinco meses.
-¿Y todavía no te has hecho ningún estudio? -le preguntaron.
-No. No he podido. Porque la idea era ocultarlo lo más que pudiera. Lo preferí así porque era lo más seguro. Tenía miedo.
-¿Miedo de qué?
-Estaba tranquila porque la única que sabía era yo y quería ocultarlo. Y tenía que cuidarlo, pero hace un rato tuve una pérdida y esta vez es un montón, por eso tengo miedo. Estoy mejor y ya no me duele, pero no sé qué me van a decir los médicos. No lo dije porque quería evitar el escándalo, va a salir en todo lados, todo el mundo lo va a tomar como un escándalo, van a criticarme…
En la charla también dijo: “No sé quién es el padre”.
Y reveló que además de Matías Caudana, el hijo de un condenado por narcotráfico que conoció cuando se lo cruzó en una visita, se relacionó con otros hombres con los que tuvo visitas higiénicas o íntimas, como se llama a los encuentros sexuales en la cárcel. “A Matías no lo vi más. Y he conocido gente en la facultad, o que me ha llamado, con la que pegué onda, o conocidos de mis compañeras”, contó.
Tanto Marcelo Galarza como Yamina Kroh aseguraron que se enteraron de la noticia del “embarazo” de su hija por la prensa.
-¡Felicitaciones, me acabo de enterar por las noticias que vas a ser abuelo! –le dijo un amigo a Marcelo Galarza, el padre Nahir, el viernes poco después de las once de la mañana, según pudo reconstruir Infobae.
-Yo también me acabo de enterar, y estoy helado.
-¿Cómo no te lo dijo?
-No sé, estamos con mi esposa Yamina y mi hijo en el penal esperando para hablar con ella. No caemos. Ella no nos cuenta muchas cosas.
-¿No le notabas ningún cambio en el cuerpo?
-No tenía panza. Fijate las fotos que subió en Facebook. Está normal.
-Bueno, felicitaciones igual.
-Todo lo que venga de mi hija, y tenga que ver con lo que la haga feliz, lo vamos a recibir con amor. Pero necesitamos hablar con ella. Lo que digan los medios malintencionados, eso de que buscó quedar embarazada para recibir un beneficio, nos tiene sin cuidado. Sólo nos importa que ella esté bien.
Pero en menos de tres horas, el director del Servicio Penitenciario de Entres Ríos, Marcelo Sánchez, desmintió que Nahir estuviera embarazada.
“Fue revisada por una ginecóloga de la Unidad Penal 6 de Concepción Arenal, de Paraná, y también en el Hospital San Roque de esa misma ciudad, donde se le practicó una ecografía. No está embarazada”.
“Nahir no inventó nada. ¿Qué sentido tendría simular algo así? Aparentemente tuvo un atraso de dos meses por un desequilibrio hormonal porque había dejado de tomar las pastillas. Ella estaba convencida de que estaba embarazada. Hasta se descompuso y en realidad no fue una pérdida, sino que volvió a tener una menstruación”, explicó a Infobae un allegado a Nahir.
Su abogado, José Ostolaza, también se refirió al extraño episodio. “Acá no hubo mentira ni patología psicológica. Nahir se descompuso y pedí que sea trasladada a un centro médico a través de una nota enviada al Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos. Estuvo acompañada por su madre”, dijo el penalista que la defendió en el juicio.
El viernes Nahir tuvo un día agitado. Además de salir del penal por la mañana para someterse a los estudios, por la tarde salió para cursar una materia de Psicología.
Cuando volvió, le dijo a una compañera: “Afuera andan diciendo que inventé todo. Me pone mal porque llegué a creer que estaba esperando un bebé. Además del atraso, lo sentí, sobre todo cuando estuve en el calabozo”.
Más allá de que tenía prohibido hablar con los medios por decisión de las autoridades del penal, sobre todo después de pasar cinco días castigada por subir fotos en su celda a su cuenta de Facebook con un celular, pese a que no se permite tenerlo, Nahir rompió el cerco mediático al hablar con la web de Paraná.
“Al parecer una compañera que sabía lo que le estaba pasando a Nahir le contó a ese medio y la llamaron para decirle que lo iban a publicar, y a ella no le quedó más remedio que hablar, pero eso no fue prudente porque no se había hecho ningún estudio y no había nada confirmado”, cuenta un íntimo de Nahir.
En el juicio oral en su contra se ventiló que perdió un embarazo. El padre del bebé, según ella, era Fernando.
En los últimos meses, la joven se vio o envuelta en polémicas o conflictos. El más importante: acusó a una compañera de abuso sexual. “Me tocó la cola y me espiaba cuando me bañaba”, declaró Nahir en la denuncia.
Los otros dos episodios son menores. Una guardia encontró un muñeco hecho con una escoba y una campera y fue interpretado como un señuelo para idear una fuga (es decir, que cuando saliera del penal iba a quedar el muñeco en su cama). Nahir dijo que era una broma que quiso hacerle a una compañera. Días después se sacó fotos con una compañera y las subió a Facebook. Por eso la sancionaron.
Ahora Nahir sumó un nuevo capítulo a su historia. Que pareciera escribirse con el ritmo de una novela cuyo final es un enigma.
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