Un subcomisario de la Policía Federal se tiroteó esta mañana con ladrones que ingresaron a robar a una confitería del barrio porteño de Almagro. Como producto del enfrentamiento, uno de los delincuentes murió y el otro resultó herido y detenido. En tanto un tercer cómplice se escapó y permanece prófugo.
El hecho ocurrió minutos antes de las 11, en un local gastronómico ubicado en el cruce de las calles Pringles y Potosí, a metros del Hospital Italiano. Hasta allí llegaron los tres ladrones a bordo de un Peugeot 206 de color negro. Mientras el conductor se quedó en el vehículo, los otros dos, armados, ingresaron a la confitería.
Según fuentes policiales, redujeron a los empleados del lugar y los llevaron a la cocina. Luego tomaron el dinero de la caja para después recorrer el salón y retirarles las pertenencias a los clientes, entre los que se encontraba el subcomisario, que estaba tomando un café, vestido de civil y acompañado por su esposa.
De acuerdo al relato de los testigos, el policía esperó en todo momento e intervino y dio la voz de alto recién cuando los delincuentes se aprestaban a huir. Los ladrones respondieron disparando. Alcanzaron a subirse al auto en su intento de fuga, pero el oficial los persiguió. No llegaron a avanzar dos cuadras y se bajaron.
En el enfrentamiento, uno de los ladrones cayó abatido. El segundo terminó herido: recibió un balazo en la cabeza y otro a la altura de la cintura y fue trasladado al Hospital Durand. El subcomisario, por su parte, resultó ileso.
El tercer ladrón continuó la fuga a pie y logró escapar. Por el momento sigue prófugo y está siendo buscado.
El vehículo quedó abandonado en la calle a los pocos metros de la confitería. Adentro estaban las pertenencias (dinero, teléfonos celulares, una mochila) que habían robado y fueron recuperadas.
Maximiliano, encargado de la confitería, dijo a TN que afortunadamente el hecho no terminó en tragedia, ya que dentro del local había varios clientes, entre ellos un bebé. También dijo que esa zona de Almagro “es insegura”. “Después de las 17 hemos tenido que tomar medidas, poner puerta eléctrica, cámaras, elegir quién entra y quién no, no tener la llave de la caja en el local”, aseguró.
El oficial, que cumple funciones en la División Gestión de Servicios Adicionales de la Superintendencia de Transporte de la PFA, fue trasladado a la Comisaría Vecinal 5A de la Policía de la Ciudad para prestar declaración. Su arma fue secuestrada así como la de los delincuentes.
Mientras, personal de la Unidad Criminalística de la policía porteña trabaja en el lugar del hecho. Interviene en el caso el Juzgado Criminal y Correccional N° 37 de la doctora Silvia Ramond.
Según informaron voceros, el Peugeot 206 en el que se movilizaban los delincuentes tiene la patente adulterada y tiene un pedido de secuestro de agosto pasado en la localidad de Avellaneda.
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