En las primeras horas del martes, tras seis días de incertidumbre, angustia y desesperación, apareció Abril. Descalza, con la ropa mojada y embarrada, pero “sana y salva”, según informaron fuentes del caso, estaba en la casa de Victoria Agüero y Emanuel Rivarola, los vecinos del barrio de Punta Indio que luego quedaron detenidos al confesar que la habían mantenido cautiva.
Las sospechas del fiscal a cargo de la investigación, Juan Mennucci, de la Fiscalía Nº 5 de La Plata, ya se habían posado sobre la pareja. La noche del lunes, Rivarola había sido demorado por contradicciones en sus testimonios iniciales pero luego fue liberado. Ayer, finalmente, los dos reconocieron que habían tenido retenida a la menor durante los últimos días.
El sorpresivo giro en el intrincado caso puso el foco en la pareja y en sus posibles motivaciones. Una hipótesis se centra en el conflicto de Agüero con Magdalena, la madre de Abril, a quien acusó en varias entrevistas por abusos y malos tratos hacia la nena. Para el fiscal Mennucci será cuestión de desentrañar cuál es y cómo se originó el vínculo de la pareja con Abril.
Agüero (33) y Rivarola (21) mantienen una relación sentimental desde hace dos años. Se mudaron a Punta Indio a fines de marzo pasado. Junto a ellos fue el hijo menor de los dos que tiene la mujer, oriunda de González Catán. La hija mayor de Agüero vive con su familia paterna. Antes vivían en una casa de la ciudad de Merlo junto a la familia de Rivarola.
Según cuentan familiares, los dos se conocieron a través de redes sociales. Ella, fanática del manga, es ilustradora y vende sus productos (dibujos, posters, llaveros, separadores) en Internet. Tuvo varios empleos en call centers, supermercados y empresas de marketing y atención al cliente. En los últimos tiempos, tal cual aseguró ella misma en medio de la búsqueda de Abril, se desempeñó como enfermera en una clínica. Una publicación en su perfil de Facebook la muestra posando con el ambo celeste mientras decía que “iba a cuidar abuelos”. “Después de trabajar un poco en la clínica con los abuelos, me vengo a la playa. Ya comienzan dentro de poco las visitas domiciliarias. Tengo que tener paciencia y no estar TAN nerviosa”, escribió Agüero en su muro a fines de abril.
Él, por su parte, se dedicaba a cuidar y criar ganado, entre otras tareas, en un campo de Marcos Paz. Últimamente solo hacía changas, vendía artículos de librería. Ninguno de los dos tenía antecedentes penales, al menos en la provincia de Buenos Aires.
En la casa de Merlo donde Emanuel vivía hasta hace unos meses, sus familiares todavía están apesadumbrados por la noticia de la detención, a pasar de la falta de diálogo entre ellos. Gonzalo, su hermano mayor, contó a Infobae que desde hace meses están distanciados y no tienen comunicación. “Hace tiempo que no hablamos con él. Hasta teníamos poco contacto cuando vivían acá”, afirmó en la puerta de su casa.
Gonzalo recordó que mientras compartían el hogar, Victoria y Emanuel solían irse los fines de semana, sin decir a nadie a dónde,“hasta que un día se fueron y solamente volvieron a los dos meses para buscar sus pertenencias”.
Visiblemente afectado por la situación, Gonzalo no puede asimilar lo que sucede. “Mi hermano nunca tuvo esos rayes. Nunca fue una persona así. Me extraña mucho por él. No sé qué le pasó”, sostuvo. Y reveló que la relación con Agüero no era la mejor. “Ella jamás fue recibida por la familia. Desde un principio nos cayó mal. Y hace unos meses se lo llevó. No sé si lo manipuló, como parece, o si mi hermano es cómplice”.
Macarena, cuñada de Emanuel, también criticó a Agüero: “Está muy mal de la cabeza esa mujer, hay muchas cosas que pasaron acá con su hijo que a cualquier otra persona no les gustaría. Era muy mala madre, al nene a veces no le daban de comer, lo tenían encerrado, le pegaban, andaba descalzo. Lo tenían como un animal. El maltrato fue problema de discusión recurrente acá”, dijo, sin medias tintas.
El hermano mayor y el padre de Emanuel fueron a la sede de la DDI de La Plata, a donde el joven fue trasladado en calidad de aprendido tras quebrarse en su declaración. No lograron verlo.
Este miércoles la pareja será indagada, esta vez acusada del delito de sustracción de menores agravada.
Abril, por su parte, fue enviada a la misma ciudad para ser atendida y quedar alojada en un hogar de niños. Altas fuentes judiciales apuntan que se producirá su declaración en cámara Gesell “próximamente”.
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