El lunes, cerca de las 7 de la mañana, un oficial primero de la Policía de la Ciudad se encontraba realizando su recorrido en el barrio de Flores, cuando en la intersección de avenida Rivadavia y Martí, advirtió al conductor de una Citroen Berlingo color blanca, que estacionado con la música a todo volumen, aceleraba insistentemente el vehículo.
El policía decidió acercarse a la Berlingo, estacionada en una zona por la que ya caminaban distintos grupos de personas que a esa hora abandonaban los locales bailables de la zona. Pero en el momento en que el oficial se disponía a identificar al conductor, este aceleró y salió a toda velocidad por avenida Rivadavia, atropellando y arrastrando al efectivo.
Uno de los testigos que presenció la secuencia, llegó a sacar su celular y a registrar el momento en que el policía se aferra al espejo retrovisor de la Berlingo, que no detiene su marcha y lo deja rodando en el pavimento. Luego se ve cómo el oficial se reincorpora y trota en la dirección en que escapa la Citroen.
El policía irradió un alerta tras lo ocurrido e integrantes de la Comisaría Vecinal 7A, poco después dieron cuenta de un vehículo de similares características al implicado en el hecho, que había ingresado en un garage de calle Pedernera al 500. Minutos después un hombre con ropa oscura abandonaba el lugar y se subía a un taxi, agregaron.
A los pocos minutos los policías porteños llegaban hasta el garage y confirmaban que se trataba del mismo vehículo que había atropellado al oficial.
El policía herido debió ser trasladado al Hospital Piñero con “traumatismo de miembro inferior izquierdo y escoriaciones varias”.
El rodado fue secuestrado, se tomaron fotos y llevaron adelante las pericias correspondientes, además de solicitarse las cámaras del lugar del hecho y del garage, a fines de acumular prueba contra quien manejaba la Berlingo.
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