Magia negra, un sicario y una viuda detenida: giro inesperado en el crimen de un médico en Las Heras

El ginecólogo León Burela fue asesinado en su casa el 15 de abril pasado. En los allanamientos a las viviendas de la ex esposa y de una amiga de ella encontraron elementos de brujería contra algunos de los investigadores para que fracase la pesquisa

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Una de las casas allanadas (Prensa Ministerio de Seguridad de Mendoza)
Una de las casas allanadas (Prensa Ministerio de Seguridad de Mendoza)

La investigación del asesinato de un médico en la ciudad mendocina de Las Heras dio un giro inesperado este jueves al quedar detenida la viuda de la víctima y una amiga de ella, sospechadas de haber planeado el crimen, que contó además con la participación de un tercer cómplice, el autor material del homicidio, a quien la policía provincial busca intensamente.

A León Burela (64) lo mataron de cuatro disparos la mañana del 15 de abril pasado mientras estaba en su vivienda del barrio Kolton de esa localidad. Vecinos que escucharon las detonaciones llamaron al 911. Eran cerca de las 10. La policía llegó minutos más tarde y encontraron al médico muerto sobre un sillón y una vaina de una pistola calibre .22 que, se presume, pertenecía al arma homicida.

La mujer de la víctima, Elizabeth Ventura, dijo que antes del ataque ella salió apurada y dejó la puerta principal abierta para irse a un gimnasio. Sostuvo, en todo momento, que se trató de un hecho de inseguridad. En el lugar faltaban dos celulares y dos armas que eran propiedad de Burela. Sin embargo, los 5 mil pesos que el ginecólogo tenía en su bolsillo permanecieron allí.

En sus testimonios, vecinos del médico afirmaron ver escapar a una persona tras los disparos, con característica fisonómicas de un hombre. Dijeron que primero se alejó caminando y luego de varios metros empezó a correr.

De acuerdo a información de los testigos, “se trata de un joven de unos 20 años, de contextura delgada, 1,60 metros de altura, tez morena y pelo oscuro”, detalló Ríos. El ministerio de Seguridad provincial ofrece una recompensa de 100 mil pesos a quien aporte datos sobre el prófugo.

Pasaron los meses y la investigación, a cargo de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, viró de un asalto a un crimen por encargo, a partir de “escuchas telefónicas y otras pruebas” que pusieron a Ventura en la mira.

Las acusadas se negaron a declarar y quedaron detenidas
Las acusadas se negaron a declarar y quedaron detenidas

Unos meses después del asesinato, Ventura se mudó a unas cuadras, a un domicilio ubicado justo al lado del de su amiga desde hace más de 20 años, la parapsicóloga Mónica Castro. Esta mañana, la policía allanó ambas casas y se toparon con lo inesperado: “Encontramos elementos de brujerías hechos contra quienes realizan la investigación para que ésta no avance, anotaciones de la misma, y varias cosas esotéricas”, dijo Ríos.

Durante el operativo en la casa de la viuda hallaron tarros con sangre, vinagre y sal gruesa guardados en un freezer que contenían mensajes macabros junto a nombres e imágenes de personal policial de la unidad investigativa y de auxiliares, entremezclados con ocho fotos de la fiscal Ríos.

En la otra casa, en tanto, pasó lo mismo: divisaron trabajos asociados a la magia negra con referencias a diferentes testigos que declararon en la causa y a los hermanos (menores de edad) de Burela.

Ambas mujeres fueron detenidas. Ventura quedó imputada por “homicidio agravado por el vínculo”, que prevé una pena de prisión perpetua. Castro, por su parte, está acusada de ser partícipe necesaria del delito de “homicidio agravado”. Las dos se negaron a declarar y ahora permanecen alojadas en la penitenciaria provincial.

Mientras la fiscal Ríos trabaja en desentrañar la trama de superstición detrás del entorno de Burela también intenta establecer un posible móvil del crimen, que por el momento es materia de investigación.

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