El ministerio de Seguridad puso en marcha este jueves un programa mediante el cual empleará polígrafos -comúnmente conocidos como “detectores de mentiras”- con agentes de grupos especiales a quienes tenga la intención de destinar a operaciones consideradas sensibles.
El anuncio fue realizado por la ministra de la cartera, Patricia Bullrich quien, en un contacto posterior con los medios, dio más detalles sobre su implementación: “Es la primera vez que en la Argentina tenemos estos polígrafos para las cuatro fuerzas de seguridad. El objetivo concreto es utilizarlos en aquellos grupos que puedan formar parte de unidades muy especializadas, sobre todo en aquellos temas de drogas, que es un elemento muy corruptor. O contra el terrorismo, actuando en situaciones muy extremas”, explicó.
En concreto, las “Pruebas de Credibilidad y Confiabilidad” buscarán comprobar “la relación de los agentes con la verdad”. “Si nos da una cantidad de datos importantes, nos permite saber que estamos frente a personas que van a poder trabajar mejor” indicó Bullrich.
La ministra explicó a su vez que se realizarán exámenes de rutina a los agentes que estén cumpliendo funciones. En tanto, habrá otros de caracter excepcional en casos donde tengan lugar delitos en el marco de investigaciones, para así lograr identificar a los posibles responsables.
Con respecto a los estudios a los potenciales agentes de grupos especiales, explicó que “en principio será de carácter voluntario", pero “quienes no quieran participar quizás no entren en esos grupos”. "Permitirá saber que esas personas podrán trabajar mejor y enfrentar los riesgos que tiene la lucha contra factores de poder tan fuerte como el narcotráfico”, agregó.
En la “Unidad Poligráfica” trabajarán 10 operadores de las cuatro fuerzas de seguridad: Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Tenemos agentes encubiertos y muchos mecanismos emblemáticos para operaciones especiales, y esto es una forma muy importante, nueva, será un elemento para mejorar la calidad de los agentes y de los procedimientos que vamos a llevar adelante”, concluyó la funcionaria.
El polígrafo evalúa la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea de los individuos, registrando los cambios que se puedan dar ante distintos estímulos, generados a través de preguntas. El cuerpo suele activar mecanismos de defensa -en forma de adrenalina- cuando detecta situaciones que le generan estrés, como lo puede ser mentir a las autoridades que llevan a cabo el estudio. Al registrar -o no- estas variaciones, los agentes están en condiciones de determinar la veracidad de las respuestas.
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