La Justicia de Santa Fe condenó a Gonzalo Herrera, el joven que golpeó brutalmente a su ex pareja a la salida de un boliche en la localidad de Las Rosas, a la pena de tres años de prisión, de cumplimiento condicional, por los delitos de lesiones agravadas por la relación de pareja preexistente y violencia de género, abuso sexual simple y robo simple.
El juez de primera instancia Álvaro Campos homologó el lunes pasado en los tribunales provinciales de Cañada de Gómez el procedimiento abreviado presentado por la fiscalía y aceptado por la defensa del acusado, con el consentimiento necesario de la víctima, punto indispensable en el sistema procesal penal de Santa Fe, según informaron fuentes del Ministerio Público de Acusación a Infobae.
Herrera, de 19 años, empleado de una firma de producción y comercialización de pulverizadores, había sido imputado por el fiscal Santiago Tosco a raíz del violento ataque que ocurrió el 28 de julio pasado, minutos antes de las 6 de la mañana, en el playón de estacionamiento del local bailable Rumba, ubicado sobre la Ruta Nacional 178, entre las calles Mendoza y Tucumán.
El joven estaba separado desde hacía unos días de Gina –con quien tiene dos hijas de dos años– por decisión de ella. Al enterarse de que ella salía con sus amigos, se dirigió hacia el local bailable y la golpeó salvajemente.
Las cámaras de seguridad de la zona registraron cómo él la toma del cuello, la tira al piso, la patea, le pega trompadas y le golpea la cara contra lo que parece el acoplado trasero de un vehículo mientras la agarra del pelo. El impactante video también muestra cómo le grita y la agarra del brazo para seguir agrediéndola, cuando efectivos de la policía provincial, alertados por los pedidos de auxilio de los presentes, lo frenaron.
Mientras la joven era trasladada al Hospital Samco, donde constataron múltiples escoriaciones y traumatismos en diversas partes de su cuerpo, Herrera fue demorado y traslado a la comisaría de Las Rosas. Pero tras prestar declaración fue liberado y entonces volvió a la casa donde Gina vive con sus padres, en la localidad de Las Parejas, y la volvió a agredir, esta vez delante de sus hijas.
En este segundo ataque, el agresor también manoseó con violencia las partes íntimas de la chica y se llevó su teléfono celular. Por eso la Justicia contempló los delitos de abuso sexual y robo.
Herrera, que no tenía antecedentes penales, estuvo prófugo desde esa liberación. La noche del 24 de agosto, luego de que las imágenes se viralizaran en las redes sociales y mientras la Policía provincial realizaba allanamientos en distintos domicilios, el joven se presentó para entregarse y quedar detenido en Las Rosas.
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