El 16 de junio de 2014, Jair Emanuel Luchessi, un bebé de apenas un año y diez meses, fue trasladado de urgencia al policlínico Juan Domingo Perón de la localidad de Villa Mercedes, en la provincia de San Luis. Lo llevó su madre, Liliana Jacquelina Luchessi (36), en un intento en vano: al llegar al centro de salud, el bebé ya había perdido la vida a causa de un “shock hipovolémico de origen traumático en la zona abdominal”, según determinó la autopsia posterior.
Al revisarlo, los médicos constataron que presentaba hematomas en varias partes del cuerpo. Si bien su madre dijo que se había golpeado al caer de una silla, el estudio al cuerpo derrumbó esa versión al revelar que la víctima presentaba golpes, una fractura en la cara, una cicatriz de quemadura, un diente flojo y lesiones en el frenillo de la boca, un cúmulo de lesiones incompatibles con una caída.
La mujer fue detenida acusada de matar a golpes a su hijo. El juez del caso, Leandro Estrada, resolvió ordenar el procesamiento y la prisión preventiva de Luchessi como presunta autora del delito de homicidio calificado por el vínculo. A la vez dictó la falta de mérito de la pareja de ella, Roque Bruno Ezequiel Pacheco, a quien ella culpó en primer lugar.
El jueves 12 de septiembre se reanudó el juicio del caso, al que la acusada llegó detenida luego de que en abril de 2018 le revocaran el beneficio de la prisión domiciliaria que le habían otorgado en 2017 porque se fue a un boliche bailable a ver un show mientras debía estar presa.
Este miércoles, los jueces Eduardo Cadelago Filippi, Virna Eguinoa y Hernán Herrera de la Cámara Penal N°1 de Villa Mercedes darán a conocer el veredicto a las 12 en los tribunales de la ciudad puntana según coinciden varios medios provinciales.
Esta semana, el fiscal de Cámara Ernesto Lutens, solicitó en su alegato que ella sea condenada a 20 años de prisión por el delito de “homicidio preterintencional”, una figura que sanciona a quien “con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte”.
Lutens argumentó su pedido en que la imputada no tuvo ánimo lesivo y que el resultado no fue el deseado. Sostuvo que para determinar esa calificación legal, tuvo en cuenta la falta de antecedentes de la mujer, mientras que como agravantes mencionó la corta edad de la víctima, los malos tratos y su condición de vulnerabilidad.
El fiscal consideró además que el bebé padecía el “síndrome del niño maltratado”. Hizo alusión a los testimonios de las vecinas de la acusada, quienes afirmaron que el nene recibía golpes, lo que fue corroborado por tres médicos forenses, quienes coincidieron en que el nene falleció “por un evento traumático ajeno a cualquier problema de salud” que vivió bajo el cuidado de su madre.
Sobre esto último, Lutens reiteró que las causas del fallecimiento no están del todo claras, aunque sostuvo que las lesiones que el menor tenía no habían sido producidas por simples caídas o por accidentes domésticos. Y enumeró algunos indicios cargados de actitudes sospechosas: “No hubo asistencia inmediata” y “la reacción de los padres en el momento del hecho fue de tranquilidad, de ausencia”.
Por su parte, la defensa de Luchessi, a cargo del doctor Pascual Celdrán, reclamó la absolución al alegar problemas psiquiátricos de la mujer, que el certificado de salud mental presentado no fue impugnado y que tiene una deficiencia neurológica. En la misma línea, hizo hincapié en la “situación psicosocial” de su defendida y “los maltratos que recibió” a lo largo de su vida e incluso en el penal. El letrado indicó también que a la acusada le había costado mucho concebir a su hijo y que tras su muerte “fue un golpe durísimo que la culparan a ella”.
Luchessi transita la tercera etapa del juicio, que comenzó en febrero de 2017. En otras dos oportunidades, el debate se tuvo que suspender para que ella fuera sometida a estudios de salud mental solicitados con el fin de corroborar si es incapaz de comprender la criminalidad de sus actos.
Durante el juicio, una joven de 24 años que era su vecina del barrio San Antonio manifestó que había tenido una buena relación con Luchessi, que habían formado una amistad y que la mujer empezó a cambiar su comportamiento cuando se pusó en pareja con Pacheco. Dijo que a partir de ese momento se volvió violenta con su hijo y, aseguró la testigo, lo quemaba con cigarrillos y lo golpeaba. “Agarró la droga y se alejó de nosotros. Me decía ‘gorda, después nos vemos’, pero después no nos dejaba entrar a su casa", contó y aseguró que en una oportunidad vieron el brazo del nene quemado y la madre les dijo que había tenido un accidente con aceite.
Sin embargo, como la testigo contó también que en otra oportunidad había visto cómo le pegaba y a su pareja frenarla con un manotazo, el abogado de Luchessi solicitó al tribunal hacer copias de sus declaraciones y luego remitirlas al fiscal instructor de turno, para que se expida por la posible existencia de falso testimonio.
SEGUÍ LEYENDO: