La Justicia investiga si cuatro policías bonaerenses fueron los autores del homicidio de un verdulero cometido en 2016 en el partido de Ituzaingó y mintieron y alteraron la escena del crimen para hacer pasar el hecho como un asesinato en ocasión de robo.
La clave que provocó un giro rotundo en la pesquisa fue un peritaje que indica que una vaina hallada en la escena del hecho fue disparada por la pistola reglamentaria calibre 9 milímetros de uno de los policías que, al igual que sus tres compañeros, aseguró ante la Justicia que nunca tiró.
Ese policía, un año después, quedó involucrado en otro episodio de violencia, cuando en un incidente de tránsito baleó a un hombre, hecho por el cual está bajo arresto domiciliario.
El crimen que se investiga es el de Diego Roda de 35 años, dueño de la verdulería “El Económico” de Ituzaingó, quien la noche del 12 de septiembre de 2016 fue asesinado de cuatro balazos a bordo de su Volkswagen Vento en el que regresaba a su casa junto a su mujer y su bebé de dos semanas tras visitar a su suegro.
De acuerdo a las primeras informaciones suministradas el día del hecho por la policía, la familia fue interceptada por dos delincuentes que escapaban en una camioneta Peugeot Partner tras cometer un robo y en la huida chocaron y siguieron a pie, mientras eran perseguidos por una patrulla de la fuerza local.
Siempre según esa versión, en la esquina de Lomas de Zamora y Saldán, del Barrio Parque, de Ituzaingó, los delincuentes quisieron robar el auto de Rodas para continuar la fuga, aunque el comerciante intentó huir y fue atacado de cuatro tiros, en la cabeza, el tórax, el brazo derecho y hombro derecho.
Su esposa, en tanto, fue baleada en la mano derecha, mientras que el bebé quedó ileso.
El comerciante herido alcanzó a seguir la marcha para proteger a su familia, aunque a los 100 metros perdió el conocimiento y murió en una clínica cercana al lugar.
Inicialmente los policías declararon en la causa que lleva adelante el fiscal 1 de Ituzaingó, Marcelo Tavolaro, que llegaron instantes después a bordo de una patrulla al lugar donde el comerciante ya estaba baleado y aseguraron que “nunca” dispararon su armas mientras perseguían a los delincuentes.
En la escena del hecho, los peritos hallaron una única vaina servida entre el pasto, al costado del cordón de la vereda, que fue remitida para ser sometida a peritajes.
De allí surgió que ese proyectil había sido disparado por el arma de uno de los policías que había participado de la persecución, quien fue identificado por fuentes como Fernando Grane.
Los mismos voceros contaron que Grane está actualmente desafectado de la fuerza y bajo arresto domiciliario por haber herido de dos balazos a un hombre durante una pelea de tránsito ocurrida en 2017 en Gaona y El Tirador, de Villa Udaondo.
De acuerdo a esa pesquisa, el herido fue Emanuel Correa, quien recibió dos tiros en el torso cuando bajó de su vehículo y, en medio de una discusión, le pegó al vidrio del auto de Grane, quien desde el interior le disparó con su arma reglamentaria.
Desde que llegó a manos del fiscal Tavolaro el resultado del peritaje por el crimen de Roda, Grane también quedó imputado junto a sus tres compañeros por ese homicidio, aunque por el momento ninguno de los cuatro fue indagado, ya que los pesquisas siguen recolectado evidencia para ello.
La principal sospecha de los investigadores es que fueron los efectivos quienes mataron a tiros al verdulero al confundirlo con los delincuentes a los que perseguían.
“Esa patrulla iba en persecución de los ladrones que cuando chocaron su camioneta escaparon a pie. Los policías deben haber pensado que escapaban en el auto de Roda y dispararon hasta que comenzaron a escuchar los gritos de su mujer y vieron al bebé de la víctima en el huevito del asiento trasero del auto y se dieron cuenta del error”, explicó una fuente judicial.
La sospecha es que tras ello, los policías intentaron alterar la escena, recogieron las vainas que habían quedado en el lugar y acordaron negar haber disparado, tras lo cual labraron el sumario como un homicidio en ocasión de robo.
Pero el hallazgo de la vaina que al parecer quedó en el sitio sin que la advirtieran, sumado a datos aportados por testigos, más el análisis del sistema de rastreo satelital de la patrulla que indicó la posición de ese rodado hizo que el fiscal advirtiera serias irregularidades y decidiera dar un giro brusco a la causa con la imputación de los efectivos.
Por el hecho hubo inicialmente dos detenidos, que fueron localizados tras cuatro allanamientos realizados en el barrio San Alberto por policías de Ituzaingó, aunque un día después fueron liberados por falta de pruebas por orden del fiscal.
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