El video todavía está en Youtube. Fue el único que Rodolfo Eduardo Suárez subió a su cuenta personal. Es una imagen de poca calidad, temblorosa, parece que fue tomada por una cámara VHS de una pantalla, una filmación de una filmación. Se ve a una nena de unos diez años aproximadamente, mientras hace la vertical en un patio de piedra.
Podría ser la filmación de un abuelo orgulloso que ama a su nieta, pero el video tiene dos problemas. La cámara hace un especial énfasis en el momento en que la menor hace la vertical, cuando se ve su ropa interior, un movimiento casual.
Suárez, el que subió el video, suboficial retirado de la Policía Federal, de 71 años de edad, hoy está preso en Marcos Paz. Y Suárez es el segundo problema. Ese video, en una red para que lo vea el mundo entero, es una pieza de pornografía infantil. La Policía de la Ciudad detuvo al ex policía en su departamento de la calle Bonifacio en el barrio de Flores a mediados de este mes. Suárez está acusado por el Juzgado Nº33 del doctor Darío Bonnano de ser el mayor productor y acumulador de pornografía infantil de la historia argentina reciente, con casi 20 años de actividad clandestina, de captar y convencer niñas y niños desde el año 2001 para filmarlos en situaciones lascivas con una red de cómplices que comienza a ser identificada. Hay al menos 2 mil videos individuales detectados, las víctimas tienen entre 4 meses y 14 años de edad. El video de Youtube es apenas uno entre muchos:
Al menos cinco de esas menores fueron identificadas por la investigación de Bonnano: hoy son adultas, tienen treinta años o más. Entre ellas hay una que es la protagonista de un video particularmente perturbador que data de hace 15 años atrás. La menor en la filmación tiene unos ocho, nueve años, está vestida en un guardapolvo blanco. En una escena guionada, simulaba llegar del colegio a su casa. La chica dejaba su mochila en una silla, se quitaba el guardapolvo y toda su ropa para entrar a una ducha, desnuda.
Por dos de esas niñas, de trece años durante el momento de las filmaciones, Suárez fue acusado del delito de corrupción de menores.
Esta semana, el jubilado fue procesado por el juez Bonanno por el delito de promoción de la corrupción reiterado en concurso real con la producción, distribución y tenencia de imágenes explícitas de abuso infantil. Fue embargado por dos millones de pesos. Hay, según calcula Bonanno en privado, un número hipotético de 1.200 víctimas. Pero ese número no tiene techo.
Hasta ahora, Suárez no está acusado de abuso. En las filmaciones relevadas nunca se lo ve interactuar con las víctimas, nunca se muestra. Lo cierto es que el suboficial retirado en 1995 fue procesado sin siquiera una pericia de su teléfono. Le incautaron gran cantidad de aparatos y discos rígidos, más de 40, ni siquiera existe un cálculo de cuantos megabytes de material fueron acumulados. La división Cibercrimen de la Policía de la Ciudad estima que revisar todo el material le tomará un año. La imagen de un bebé de seis meses abusado por un adulto llamó particularmente la atención de los investigadores. A través de los metadatos de la foto se intentará reconstruir de dónde provino, si Suárez es efectivamente el autor.
El ex policía cayó luego de que el empleado de una casa de computación en donde entregó una máquina en febrero de este año para ser reparada lo denunció asqueado luego de encontrar fotos y videos de menores en un backup. En su departamento los policías encontraron un santuario grotesco, posters de la serie Patito Feo y un maniquí de un varón con ropa escolar de una niña, un jumper cuadrillé. Le incautaron también medios para producir y acumular videos, un estudio amateur: había equipos de radio UHF, filmadoras, casetes miniDV, equipos para digitalizar cintas VHS, además de dos pistolas, una de ellas con la numeración limada. Sabía cómo hacerlo: es un técnico entrenado en radio y televisión.
El procesamiento firmado por Bonanno describe una forma de captar, un anzuelo que Suárez desarrolló cerca de 2009. Decía ser parte del mundo del espectáculo. Aseguraba ser un productor artístico, estar vinculado a la productor Patito Feo. Tenía una bizarra tarjeta personal que decía “Contrataciones Fito”, “Rodolfo Suárez, representante artístico. Castings”. En su computadora guardaba un viejo archivo: una planilla para audicionar para el programa protagonizado por Laura Esquivel. También guardaba correos en donde intentaba manipular a una nena para que le envíe fotos de ella desnuda. Había chats, muy viejos, hechos en el Messenger de MSN, en donde Suárez decía ser productor y pedía, a través de una webcam, que una menor le mostrara los genitales.
La red de presuntos cómplices de Suárez y receptores de su material, mientras tanto, comienza a tomar forma.
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