Una mujer de 44 años fue asesinada este lunes por la noche en su local de Quilmes por dos delincuentes que le dispararon en el pecho y escaparon en una moto, por lo que se investiga un posible ajuste de cuentas.
El violento y desconcertante episodio ocurrió cerca de las 20 del lunes, cuando la mujer -identificada por los vecinos como “Mariela”- se encontraba en el local de venta de artículos para mascotas ubicado en la calle Uriburu al 1100, a dos cuadras de la estación de Don Bosco, donde, de acuerdo con el testimonio de vecinos, la mujer pasaba también a veces la noche.
De acuerdo a información preliminar de fuentes policiales a la que accedió Infobae, dos hombres, aparentemente encapuchados, llegaron en moto al lugar para perpetrar un robo al que la víctima habría intentado defenderse, por lo que uno de los hombres le disparó dos veces y huyó junto a su cómplice en aproximadamente 13 segundos.
Sin embargo, los efectivos que se trasladaron al lugar tras un llamado al 911 se encontraron con las luces del local prendidas, el cuerpo de la mujer sobre el piso, que habría fallecido minutos después del ataque, y ningún indicio de desorden ni objetos robados a simple vista.
La Policía Científica encontró luego en el lugar una caja de cartón con 30 mil pesos en efectivo y 4 bolsas de nylon escondidas detrás del mostrador con un total de 743 mil pesos, una suma un tanto desproporcionada para el movimiento normal de un comercio de ese tipo. Los peritos encontraron también 5 huellas en el mostrador y ninguna vaina servida. Además, había frazadas en el local que sugieren que la víctima efectivamente dormía allí.
A pesar de que los vecinos se referían a ella con el nombre de “Mariela", según informaron a Infobae fuentes cercanas a la investigación, en el lugar se encontraron varios documentos falsificados con su foto con nombres distintos y había también, en coincidencia con la documentación adulterada, varios contratos de alquiler coincidentes con las distintas identidades. Saber quién es exactamente se convierte en un desafío.
Una vecina de 22 años manifestó a la policía que la mujer tenía una muy mala relación con la gente del barrio, que estaba supuestamente ocupando ese local ilegalmente y aportó un dato que está ahora siendo investigado: que “Mariela” tenía un litigio de dinero con el dueño de la propiedad, identificado como Alejandro C., un empresario. La joven también refirió ante los efectivos que era llamativo el poco movimiento en el local. Registros comerciales revelan a Alejandro C. como un comerciante de 51 años, empleado en una firma familiar. El Boletín Oficial lo muestra en una firma vinculada a un reconocido abogado.
La investigación, de esta forma, gira en principio en torno a la hipótesis de un presunto ajuste de cuentas, debido a la cantidad de dinero hallada, la inexistencia de objetos robados y la velocidad en que fue perpetrado el crimen. La fiscal Ximena Santoro de la UFI N°7 de Quilmes, quedó a cargo del caso y dispuso en primer lugar el secuestro de imágenes de cámaras de seguridad de la zona. Los investigadores accedieron a un video de cámara de seguridad que ilustra esta nota, que muestra a los atacantes mientras llegan y se van de la escena del asesinato de “Mariela”.
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