(DESDE SAN PABLO, BRASIL)
La detención de Daniel Arquímedes "Maguila" Puccio en Brasil va en camino de convertirse en otra novela como todo lo que definió la vida de su violento clan familiar en los años '80.
Se sabe por fuentes policiales brasileñas que el más joven de los Puccio fue detenido en un ómnibus que transitaba por la ruta Presidente Castello Branco a la altura de la localidad de Itú, a 100 kilómetros de San Pablo. Las mismas fuentes también aseguraron que en su poder encontraron dos documentos de identidad: un RG (Registro General) utilizado exclusivamente por personas de nacionalidad brasileña con su foto, pero a nombre de otro individuo. También, sorprendentemente, "Maguila" tenía su propio pasaporte argentino, con el que podía transitar libremente.
La paradoja es evidente. La primera duda que surge es por qué Puccio usó una documentación falsa para transitar por territorio brasileño -algo típico en una persona con pedido de captura- si su nombre no figuraba en las listas de Interpol, tal como confirman a este medio fuentes cercanas al organismo internacional.
Cabe presumir que "Maguila" podía circular libremente entre los dos países e, incluso, salir sin inconvenientes desde el Aeropuerto de San Pablo hacia destinos internacionales. La policía paulista informó que en el momento de detener el ómnibus en el que viajaba con 14 pasajeros tuvieron tiempo de chequear el documento que llevaba Puccio, lo que los llevó a descubrir que la foto no se correspondía con la del original.
Hay otros hilos sueltos en esta historia. Por ejemplo, la misma operación anti-drogas realizada justo sobre la carretera del estado de San Pablo, que da acceso a la capital y que llevó a que Puccio quedase detenido. Sólo adquirió interés periodístico cuando los diarios argentinos, sorprendidos, contaron toda la historia. El operativo no figura en registros online de la Policia Rodoviaria. No habría sido, por otra parte, un simple control aleatorio de ruta. Se habría hecho porque se buscaba algo en particular.
Después de su detención, "Maguila" fue transferido al Centro de Detención Provisoria de Pinheiros, construido sobre la avenida Naciones Unidas en un barrio de clase alta: Vila Leopoldina. Seguirá alojado en ese penal, que tiene una historia de rebeliones, con incendios dentro del establecimiento. El último episodio ocurrió en 2018. De allí sólo debe salir por orden de la jueza de Itú que instruye el caso.
El Consulado General de San Pablo le informó a Infobae que la letrada se había comunicado con ellos el viernes último y que pidió los antecedentes de Daniel Arquímedes.
Según el cónsul argentino, esa demanda fue trasladada inmediatamente a la Cancillería en Buenos Aires. Fuentes en la Ciudad aseguran lo mismo: se trató de un pedido de antecedentes penales, y de saber si el menor de los Puccio tiene un pedido de captura vigente.
Otras fuentes confirman que Epifanía Calvo, la madre de "Maguila" y viuda de Arquímedes Puccio, contactó al consulado, mediante un llamado a la recepción. "Maguila", de acuerdo a un artículo publicado por Gente, vivió junto a su madre en 2016 en el departamento que Epifanía ocupaba en San Telmo.
De acuerdo con los parámetros brasileños, la detención de Maguila en el Penal de Pinheiros podría durar 30 días hasta la llegada del juicio. Se barajó, entre otras posibilidades, que el hombre sea expulsado por el Estado brasileño, en función de la llamada resolución 666, firmada por el ministro Sergio Moro, que reglamenta la Ley de Inmigración sancionada en 2017.
La deportación solo se justificaría en caso de que Puccio representara un elemento "peligroso", encuadrado en los términos del terrorismo; que integren grupos delictivos con acceso a armas; del tráfico de drogas; de la pornografía o explotación sexual infanto-juvenil; y finalmente, de hinchadas de fútbol organizadas con historia de violencia.
"Maguila" no se ajusta a ninguna de esas cinco figuras, con lo cuál su expulsión del territorio brasileño no tendría justificación. El delito cometido por "Maguila" en Brasil reside en la portación de documento brasileño falso, comprado pero "no fabricado" por él, lo que reduce la pena prevista entre un mes y un año de cárcel efectivos.
Queda, finalmente, un último interrogante: hacia dónde iba, qué buscaba. ¿Tal vez atravesar Brasil para dirigirse a un país de Latinoamérica? ¿Qué había en su vida que lo obligó a, supuestamente, comprar un pasaporte falso?
Registros comerciales en Argentina muestran una actividad en blanco casi nula, ni siquiera una tarjeta de crédito, una mínima deuda en una cuenta corriente bancaria, un registro en cualquier rubro de la AFIP, ni hablar de una actividad comercial en una sociedad anónima. Su domicilio fiscal sigue siendo el mismo en el que los Puccio cometieron sus crímenes: la vieja casa de la calle Martín y Omar.
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