El hombre que dejó ciega a su ex a golpes cumplió la condena pero seguirá preso porque se negó a hacer un curso de género

Se trata de Carlos Ariel Goncharuk, sentenciado a 8 años de cárcel por el delito de "lesiones gravísimas". En caso de que lo liberen, le impusieron una restricción perimetral de 100 kilómetros

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Susana Gómez tiene 35 años y llegó a denunciar a su ex marido 13 veces por violencia (Nicolás Aboaf)
Susana Gómez tiene 35 años y llegó a denunciar a su ex marido 13 veces por violencia (Nicolás Aboaf)

Carlos Ariel Goncharuk está preso desde 2011 por golpear brutalmente a Susana Gómez, su ex mujer, y dejarla ciega prácticamente en el acto. El hombre debió haber salido libre este sábado, ya que cumplió con los ocho años de cárcel que le impuso el Tribunal Oral Criminal número 5 de La Plata luego de hallarlo culpable del delito de "lesiones gravísimas". Sin embargo, en un fallo sin precedentes, la justicia ordenó que deberá seguir tras las rejas porque se negó a hacer un tratamiento psicológico con perspectiva de género, algo que el TOC 5 platense le había ordenado cuando lo sentenció.

Este revés judicial, que fue ratificado ayer por la Cámara Penal de Apelaciones de la capital bonaerense, no será el único escollo que el agresor deberá afrontar. En una nueva decisión judicial que no tiene precedentes, el juez de Familia de La Plata, Hugo Rondina, le impuso una restricción perimetral para que Goncharuk se acerque a menos de 100 kilómetros de su ex mujer y su entorno, en caso de que finalmente sea liberado a pesar de no cumplir con el curso.

Es decir, el condenado no podrá acercarse ni a Susana, a sus hijos, a la escuela a la que concurren, a la familia, el lugar de trabajo de su ex mujer. En pocas palabras, si sale del penal en el que aún permanecerá recluido, prácticamente no podrá ingresar al partido de La Plata, que es donde vive Gómez. "Se trata de una nueva decisión en un caso que sigue generando bases y precedentes para futuros fallos en todo el país. Es inédito en el fuero de familia. Nunca antes se había impuesto", dijo a Infobae Darío Witt, abogado de Susana y titular de Casa María Pueblo, la ONG que le brindó asistencia a la mujer apenas huyó de la violencia a la que era sometida por su ex esposo.

Además de los 100 kilómetros de distancia, el juez Rondina ordenó que si es liberado, el hombre deberá usar una tobillera magnética monitoreada satelitalmente las 24 horas y un tratamiento psicológico, que si no cumple, quedará expuesto a ser sancionado por desobediencia. "Esto es sólo si Goncharuk sale libre sin cumplir con el curso que le ordenaron cuando fue condenado", agregó el abogado.

Susana hoy está recluida en su casa (Nicolás Aboaf)
Susana hoy está recluida en su casa (Nicolás Aboaf)

La realización del tratamiento fue una de las obligaciones que le impusieron  en la condena. Pero al negarse durante todos estos años, el juez de Ejecución Penal de la Plata, José Villafañe, resolvió como medida cautelar que no salga de la cárcel.

Pero no fue lo único que el magistrado consideró para su decisión.

Villafañe, además, hizo lugar a un planteo de la fiscal de Ejecución Laura Lasarte, luego de analizar los informes sobre la salud mental del condenado y la sucesión de episodios de violencia que protagonizó en las distintas cárceles en las que estuvo recluido. Se trataba de una persona agresiva y hostil. En total fueron 12 los penales bonaerenses que albergaron al ex marido de Susana. Nunca dio muestras de arrepentimiento.

"Fue así que el magistrado le envió los 31 cuerpos del caso a su par del fuero familiar para que resolviera si efectivamente Goncharuk debe o no permanecer en la cárcel. Rondina, en un duro escrito, le dejó en claro que esa decisión excedía su competencia y que lo único que podía hacer era aplicar la restricción en caso de que sea liberado. Es como si Villafañe hubiese querido desligarse de la obligación de firmar la libertad de este tipo, en caso de que vuelva a hacer lo que hizo", comentó Witt a este medio.

La defensa del agresor presentó un habeas corpus para que sea liberado cuanto antes, pero la Cámara de Apelaciones se la negó hasta tanto se determine si cumplió o no con la condena del TOC 5. "Ahora la pelota la tiene de vuelta Villafañe, que durante los 8 años que estuvo preso Goncharuk jamás veló para que cumpliera con todo. De hecho, Rondina en su respuesta casi que le dice con ironía que cómo era posible que este hombre hubiese cumplido la peor condena y la que sería la más leve (el tratamiento) no pudo", señaló Witt. En resumen, lo instó a que se haga cargo de una eventual liberación.

En la batería de medidas inéditas que ordenó el juez de familia, aclaró que la distancia que impuso "resulta ser más amplia que los 700 metros lineales que se establecen como mínimo para la aplicación de Tobilleras Duales". En otro de los apartados de la resolución, Rondina le cuestionó a su colega que jamás haya afirmado que Goncharuk si cumplió o no con la totalidad que abarcaba la condena.

En ese sentido le pidió al juez Villafañe que "se sirva explicitar si a su juicio se halla cumplida la condena pese a hallarse incumplida la parcela de la sentencia condenatoria que imponía el abordaje del programa psicológico y socioeducativo tendiente a lograr un reposicionamiento subjetivo frente a actos de violencia de género". Rondina también ordenó que se coloque una tobillera electrónica a Goncharuk y se entregue un dispositivo rastreador a Gómez, si es que es liberado.

La revictimización de Susana

Tener que volver a pelear ante la justicia para que la protejan desgató anímicamente a Susana. Antes del fatídico 2011 en el que su ex marido le golpeó la cabeza contra la pared y luego contra una mesada hasta ocasionarle un desprendimiento de retina, producto de perforación microrretinal, la mujer lo denunció 13 veces ante la Justicia. Nadie escuchó.

"De milagro llegó viva al juicio y pudo lograr que su agresor fuera condenado. Esto nunca se vio y casi siempre terminan muertas las mujeres. Por eso este caso sentará un precedente como ningún otro. Pero ahora esto la tiene mal a Susana. Tiene miedo y está recluida en su casa. No quiere salir y tiene un fuerte cuadro de depresión ante la posibilidad de que Goncharuk salga libre", sostuvo Witt a este medio.

Susana siente -según el abogado- que si el Estado la desprotegió durante mucho tiempo, por qué no podría hacerlo nuevamente. Es una angustia que no la deja vivir. Además de la disposición de Rondina, Witt adelantó a este medio que van a solicitar custodia personal en caso de una eventual liberación. "Es muy importante esta decisión porque le va a servir de miles de mujeres. El tema es que también sabe que no es una decisión de gracia de la justicia sino que fue por el apoyo de la comunidad y de los medios de comunicación. Se trata de una mujer con un riesgo potencialmente alto que no tiene la misma posibilidad de defenderse", finalizó Witt.

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