"Amo Argentina, pero cuando cada seis meses la justicia de mi país da una oportunidad de quedar libre al hijo de puta que mató y quemó viva a mi familia entera, siento que este país no cambia más y no vale la pena continuar la lucha…". Matías Bagnato -el único sobreviviente de la Masacre de Flores- escribió en su cuenta de Twitter, indignado, ante un nuevo pedido de libertad condicional del múltiple asesino Fructuoso Álvarez González.
La madrugada del 17 de febrero de 1994, Fructuoso Álvarez regó la casa de la familia Bagnato con combustible y la incendió. Matías, de 16 años en ese entonces, logró escapar de las llamas. Sus padres José (42) y Alicia (40), sus hermanos Fernando, de 14 y Alejandro de 9, y Nicolás (11), un amiguito de la familia que se había quedado a dormir esa noche, murieron.
Con el correr de la investigación se determinó que Fructuoso, a quien en la familia también le decían "Cacho", había sido el autor de la tragedia conocida como la Masacre de Flores. ¿El motivo?: Una deuda que le reclamaba a su ex socio José Bagnato y por la cual tenía amenazada a toda la familia. Meses antes del crimen, citó a la abuela de Matías para firmar un documento en el que se reconocía la deuda pero con un monto superior al real. La mujer se negó, y él la golpeó, la obligó a aspirar cocaína y abusó sexualmente de ella. Tras ser denunciado por la familia Bagnato, Fructuso los amenazó: "Levanten la denuncia porque los quemo a todos". La mañana del 16 de febrero, la abuela partió rumbo a Mar del Plata y se salvó de haber estado en el incendio. Pasaron 25 años y hoy teme lo mismo que su nieto: que el asesino recupere la libertad.
En 1995 Fructuoso Álvarez González fue condenado a prisión perpetua por "homicidio agravado por un medio idóneo para crear un peligro común". Sin embargo, el funcionamiento del sistema judicial argentino le permite cada seis meses reclamar por su libertad condicional.
Matías está molesto y reclama "la prisión perpetua verdadera". Por los tiempos de la propia justicia argentina ante cada pedido de libertad del asesino, la participación de la fiscalía, la decisión del juez, el abogado que apela y que el caso vaya de nuevo a la Cámara de Casación, "cuando terminamos ya está habilitado para hacer un nuevo pedido", declaró Matías Bagnato en diálogo con Infobae.
Desde el 2011 cada seis meses tiene que estar alerta porque el asesino de su familia recupere la libertad. "No doy más, estoy podrido, hipotequé mi vida para esto. Me cagó la infancia, me cagó la vida", sufre y lamenta el único sobreviviente.
Encima Fructuoso está por cumplir 25 años de prisión perpetua y teme que recupere la libertad. "Mi miedo es que por el cálculo que hace el abogado defensor va a querer pedir la liquidación de la pena. Da a entender que su defendido estaría cumpliendo la pena antes de fin de año. Él ya advierte que más allá de lo que decida el juez con la libertad condicional va a apuntar a eso".
Matías no logra comprender cómo, si según los estudios psicológicos que le hicieron a Fructuoso en el penal sumado a que bajó de categoría en cuanto a su conducta, tenga la posibilidad cada seis meses de buscar terminar de cumplir su condena en libertad.
"Los estudios que le hicieron son terribles: demuestra ira contra mi, no demuestra arrepentimiento". describió y agregó que "todo el equipo interdisciplinario que lo analiza no recomienda su resocialización, hablan de un alto grado de reincidencia".
En el dictamen de la fiscalía se sostuvo que "respecto del delito por el que fue condenado no existe implicancia subjetiva, en la medida que sostiene no haber tenido participación en el mismo considerándose una víctima de los medios de comunicación y la justicia, motivo por el cual no podemos hablar de posibilidad de reflexión, culpa ni de arrepentimiento".
En otro fragmento se detalló que Fructuoso "percibe hostilidad larvada hacia la víctima y proyección de la responsabilidad en relación al hecho que se le imputa sobre la misma. Emociones vinculadas a la ira, disgusto y resentimiento". Matías teme que de recuperar la libertad, el asesino vaya por él y por su abuela.
"Desde el 2018 hasta la actualidad se observa una involución que se refleja no solo en sus guarismos calificatorios sino también en las diferentes retrotracciones que se le han ido realizando. A pesar de las diversas advertencias de las áreas de tratamiento y de las convocatorias para que se implique con mayor compromiso y pueda cumplir los objetivos propuestos, sostiene una actitud indiferente que justifica por su salud física", expresó
el análisis del Área Criminológica que formuló un informe "negativo respecto a la incorporación del condenado al régimen de libertad condicional". "Su pronóstico de reinserción social aún es desfavorable", se advierte en el dictamen de la Unidad Fiscal de Ejecución Penal, con fecha del pasado 7 de agosto.
"¿Te imaginas lo que es vivir de esta forma?", Bagnato reclama modificaciones en el Código Penal ya que "no tiene la figura del psicópata". "Si te dicen que un tipo es un psicópata, explicame en seis meses qué tipo de recuperación puede tener?", se planteó. "En un caso como el mio que el tipo ya ha manifestado que quiere matarme a mi y a mi abuela , es una locura que cada seis meses tenga que vivir de esta forma después de que haya matado a cinco personas", lamentó.
"El gran problema que tenemos en la Argentina es que depende el juez que te toca. la biblioteca que lee: algunos te dicen que un tipo como estos si es un riesgo para la sociedad por más que haya cumplido la pena no se lo deja salir; después tenes a los abolicionistas que consideran que nadie puede estar eternamente en la cárcel esté en la situación que esté. Es una tortura, es ilógico".
"Obvio que hay gente que se puede recuperar y salir de la cárcel, pero casos como este tenes que tener legislación que proteja a la víctima. Es una tortura psicológica, a mi abuela de 90 años no le entra en la cabeza que cada seis meses pueda salir".
Álvarez González responsabilizó a la propia familia por el crimen en el que, salvo Matías, terminaron todos muertos. Consultado por el equipo interdisciplinario sobre cómo consideraba que se produjo el incendio, Fructuoso declaró: "Me parece raro que Matías salió sin tener un pelo quemado, ni la ropa quemada…no digo que fue él, yo creo que la incendió la misma familia para cobrar los seguros y algo salió mal…todo raro…Matías mintió…a mi me condenó la prensa".
En otro fragmento, consultado sobre el sentimiento que le genera Matías, refirió que al principio "lástima", y ahora "siento que toda su vida es estar contra mi…todo es gracias a los medios".
"Cuando leí esto te juro que lo quería ir a buscar", expresó con bronca Bagnato. "Después de estos 25 años te agarra una ira…es terrible".
Como el asesino es español, en 2004 fue trasladado a España para cumplir el resto de la condena. Un error en el expediente -la fecha del crimen fue anotada como 1990 en vez de 1994- y la desidia del juez Axel López que no respondió los exhortos de la justicia española sobre el caso, en el 2008 Fructuoso fue liberado y regresó a la Argentina.
Bagnato se enteró una madrugada cuando al sonar el teléfono de su casa, era el asesino que llamaba para amenazarlo una vez más. Estuvo un año y medio prófugo, y para Matías eso fue vivir otro martirio. "Estuve con tres canas metidos en mi casa, sentía que yo estaba preso".
El único sobreviviente de la Masacre de Flores no quiere padecer otra vez ese sufrimiento. Ya suficiente tiene con que a 25 años del crimen de su familia tenga cada semestre que revolver los recuerdos más tristes y escabrosos para prácticamente rogarle a la justicia que no le conceda la libertad condicional al múltiple homicida.
Pese al tuit desesperanzador que publicó días atrás, Matías no bajará los brazos: "Quiero que con mi abuela vivamos en paz".