Recluido con su mujer y con persianas bajas: el día después de salir de la cárcel del pediatra del Garrahan acusado de pedofilia

Dentro del conjunto de manzanas del barrio River, compuestas por casas grandes, algunas lujosas, sin comercios, se respira una agitación sorda, contenida, producto del regreso a su hogar, bajo régimen de detención domiciliaria, del pediatra Ricardo Russo, acusado de tenencia y producción de pornografía infantil.

Durante el mediodía del sábado, Infobae visitó la casa de Russo, en donde la mujer del médico, tras el sonido del timbre, se limitó a responder: "Él no va a decir nada. Hablen con el abogado Ricardo Izquierdo".

La mujer contestó detrás de una persiana de madera, que se mantuvo cerrada. Lo mismo ocurrió con las de la planta superior de una casa que luce hermética y en la que se encuentra recluido un grupo familiar que en estos días acepta pocas visitas.

Una de ellas es la de Izquierdo, letrado de Russo, quien atendió a este medio para brindar detalles sobre las horas posteriores a la salida de la cárcel de su defendido. "No tiene custodia y está en su casa porque no hay peligro de fuga o entorpecimiento en la causa", precisó.

El ex jefe del área de Inmunología y Reumatología del hospital pediátrico Garrahan recibió el beneficio del arresto domiciliario, del que goza desde el viernes por la noche, tras un recurso de apelación presentado por su defensa ante la Sala III del fuero penal contravencional y de faltas a cargo de los jueces Sergio Delgado y Elizabeth Marum.

"Él está mal, como toda persona que estuvo detenida. No tenía antecedentes, daba congresos médicos en el exterior, es una eminencia en reumatología. La mujer y los hijos lo fueron a visitar a la cárcel todo el tiempo. Los primeros 60 días de detención no podía hablar con nadie, era un régimen de Guantánamo. Pasaba 23 horas en la celda", explicó Izquierdo.

El abogado de Russo indicó que "la lectura en inglés" era una de las actividades que más extrañó durante los 99 días que permaneció detenido en el penal de Ezeiza.

"Antes de la primera audiencia, a raíz de todo eso, vi una persona destruida. En esa declaración no podía hilar una frase. Luego, cuando le habilitaron el teléfono y las visitas de sus seres queridos encontré un médico con una calidad intelectual lógica", agregó el letrado.

La vivienda en la que permanecerá con una tobillera electrónica atada a su pierna fue determinante para la investigación, ya que el IP de su computadora lo geolocalizaba allí cuando, según la Justicia, transfería material pornográfico infantil.

"A él le hicieron un allanamiento en noviembre de 2018 en su casa y lo detuvieron en mayo, en el consultorio del hospital. Si se hubiese querido ir, lo hacía. En esos meses viajó a Canadá y Australia y volvió como cualquier persona que se pone a derecho. Ahora tenemos que explicarle a 40 millones de personas, una por una, que esto se amplificó por personas que no tenían conocimiento de la causa. Y yo no defiendo a cualquiera, defiendo a personas. Me reuní tres horas con Russo en la cárcel y me convenció", manifestó Izquierdo.

En relación al allanamiento del 22 de noviembre de 2018 que menciona el abogado, los expertos de Gendarmería peritaron los dispositivos secuestrados en el lugar y detallaron que había 761 fotos y dos videos con niñas y niños de 6 a 12 años. Luego se encontraron fotos que databan del mediodía del 24 de noviembre de 2015, 9 en total, tomadas en el Garrahan con un iPhone 6 donde se ve a dos niñas que muestran sus vaginas.

"Esto no es defensa ni estrategia, es parte de la realidad. Él sólo produjo las imágenes de su consultorio, que son dos nenas, gemelas, de las cuales una tenía una enfermedad genética y la otra no. Eso era lo raro, que una sí sufriera y la otra no. Entonces les sacó fotos para investigar y documentar ese caso", relató el letrado.

Y agregó: "Él bajaba canciones y material de eMule y muchas veces se descargaban archivos que no eran los que él buscaba. Cuando ponés una palabra clave como 'niños' te baja cualquier cosa. Y él es pediatra y buscaba archivos relacionados a su trabajo. Cuando se descargaba pornografía infantil él las borraba. Por eso los peritos encontraron todo el material en los archivos temporales y en papelera de reciclaje".

En relación a lo encontrado en una computadora del Garrahan, Izquierdo argumentó que "él no podía agregar ningún programa sin la autorización del administrador del sistema. Es decir, no pudo haber descargado nada porque tampoco podía instalar el programa".

Los peritos también encontraron 39 fotos de enero del mismo año tomadas en la playa, con una cámara digital, en cual se veían a niñas menores de edad. "Fueron sacadas por una máquina fotográfica familiar. Pero las personas, que eran menores, estaban vestidas. Y en la máquina había más de dos mil fotos, entre las cuales estaban sus hijos jugando y disfrutando de las vacaciones. Las fotos las pudo haber sacado cualquier integrante de la familia", explicó Izquierdo.

Russo deberá resguardarse en su casa a la espera de un juicio que aún no tiene fecha. Infobae corroboró que el médico continuará investigando y escribiendo desde su casa, para "no perder el ritmo laboral", una de las situaciones inciertas en relación a su futuro.

"En las charlas que mantuvimos cuando estuvo preso me contó sus ganas de retornar la actividad científica. Su principal temor es su futuro laboral. La estigmatización e inquisición mediática y social lo afectó", indicó el abogado, quien completó: "Él puede quedar absuelto de toda acusación".

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