La Matanza: la mujer de un almacenero mató a un ladrón que entró a robar en su local

El dueño del comercio resultó herido de tres disparos, tras un asalto del que participaron varios delincuentes

Guardar
El hospital en el que
El hospital en el que fue internado el almacenero herido

Un almacenero resultó gravemente herido de tres balazos luego de que un grupo de delincuentes ingresara a robar a su comercio en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza. Su esposa se enfrentó a los tiros con los ladrones y mató a uno de ellos.

El asalto ocurrió a las 19.30 del viernes en un almacén y kiosco ubicado en una casa de la calle Manzanares 2674, cuando el comerciante, identificado como Alejandro Arrejín (28), estaba en el local y entraron dos hombres que simularon ser clientes.

Según le dijeron voceros policiales y judiciales a la agencia Télam, los ladrones ingresaron con la excusa de preguntar por precios de algunos productos, cuando en un momento decidieron descubrir sus planes y le gritaron al almacenero: "Esto es un asalto, dame toda la plata".

La esposa de Arrejín pudo escuchar lo que ocurría desde en el comedor de la casa, ubicado al lado del local y antes de que pudiera reaccionar, fue sorprendida por uno de los ladrones, que le pidió la entrega de su teléfono celular, a lo que accedió.

Según el testimonio que la mujer dio después a la Justicia, en un descuido del ladrón, ella fue hasta la habitación matrimonial, tomó un arma de la mesa de luz, volvió otra vez hasta el comedor y desde allí abrió una ventana y amenazó a los asaltantes.

Al ver la actitud de la esposa del almacenero, uno de ellos le apuntó con su arma y ella efectuó tres disparos al aire para asustarlos y que se fueran de su local.

Esto provocó que uno de los ladrones huyera de la casa, mientras que el otro mantenía a su marido agarrado del hombro. Entonces, la mujer fue hacia el mostrador del comercio y le pidió al asaltante que tenía a su marido que lo soltara, pero éste no hizo caso y le gritó: "Te voy a matar a vos y a tus hijos".

Como el ladrón le seguía apuntando con el arma, la mujer le disparó dos veces y se produjo un tiroteo en el que el delincuente recibió un balazo en el pecho, que le provocó la muerte, según declaró la víctima.

Por su parte, el comerciante recibió tres tiros, uno en la rodilla derecha, otro en el glúteo del mismo lado y el tercero en la espalda, con orificio de entrada y salida.

Tras el intercambio de disparos, Arrejín fue llevado por unos vecinos al Hospital Simplemente Evita, ubicado a la altura del kilómetro 32 de la ruta 3, en la vecina localidad de González Catán.

El sábado por la tarde el comerciante permanecía alojado en la sala de terapia intensiva, luego de que los médicos le realizaron dos operaciones a raíz de las heridas sufridas, las cuales fueron exitosas, indicaron los voceros.

En tanto, cuando la Policía concurrió al almacén encontró al ladrón muerto al costado de un freezer, y su lado una pistola Bersa calibre 9 milímetros sobre la cual pesaba un pedido de secuestro activo por hurto.

Asimismo, sobre el mismo congelador fue encontrada otra arma de fuego de la misma marca que pertenecía al comerciante y su hijo le entregó a la Policía la documentación que acreditaba como legítimo usuario a su padre.

En cuanto al delincuente fallecido, tenía 23 años y antecedentes penales por varios delitos, mientras que su cómplice se encuentra prófugo pero ya fue identificado, ya que también estuvo detenido, añadieron los voceros.

La causa es instruida por el fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, Claudio Fornaro, quien dio diversas directivas a la Jefatura Departamental de ese distrito para avanzar en la pesquisa.

Los investigadores se encuentran a la espera de los resultados de distintos peritajes para confirmar el relato de la mujer, mientras que el domicilio de los comerciantes permanecía con custodia policial para prevenir que familiares del asaltante fallecido tomen represalias.

SEGUÍ LEYENDO

Recapturaron al asesino que se había fugado de un hospital de González Catán mientras sus custodios dormían

Guardar