Entre 350 y 400 caballos, la mayoría desnutridos, fueron encontrados en un campo de 460 hectáreas en Ezeiza. El allanamiento a cargo de la Policía Bonaerense comenzó el miércoles último por la tarde tras la denuncia de una mujer, voluntaria de una ONG proteccionista, que llegó al Ministerio de Seguridad.
Las imágenes difundidas hablan por sí solas, con potrillos que no se podían levantar de entre el barro y sus propias heces. Cerca de ellos, un gran charco con agua estancada y contaminada.
Tras ese allanamiento, dos personas fueron imputadas por el delito de maltrato animal. Se trata de Raúl Edgardo Onorato y su hijo, que tiene el mismo nombre, los presuntos dueños del campo. En la causa interviene la UFIJ N° 1 Descentralizada de Ezeiza.
Según supo Infobae, la denuncia la realizó una proteccionista de apellido Rodríguez. La Policía se comunicó con la fiscalía de turno y se ordenó el allanamiento. Durante este jueves se supo que los investigadores encontraron 25 caballos muertos: otras fuentes aseguraron a este medio que los animales fallecidos son 40 y que al menos 110 animales presentan signos de desnutrición.
Este viernes, los trabajos en el campo continuaban y se estima que seguirán durante todo el fin de semana. El campo ni siquiera pudo ser recorrido del todo dado su tamaño.
"Seguimos con este allanamiento abierto porque las dificultades del lugar —en algunos sectores existe pastura elevada, en otros es más pantanoso— hacen que sea bastante complejo trabajar", dijo a Infobae la fiscal Florencia Belloc, una de las investigadoras a cargo de la causa.
La fiscal aseguró: "No tenemos el número determinado de equinos porque es compleja su identificación. Ni siquiera hay corrales de contención para clasificarlos", pero aseguró que "la cifra oscila entre 350 y 400" y que de ellos al menos 300 caballos son considerados "en condición de salvajes".
Los Onorato fueron demorados tras el allanamiento. "Se presentaron e identificaron y presentaron un escrito en la Fiscalía. Están individualizados y uno de ellos fue notificado de la causa por maltrato animal. La próxima semana quizás haya novedades de su situación procesal", afirmó Belloc.
Las condiciones del lugar -pastura muy alta en algunos sectores y zonas lodosas en otro- complican su control para la evaluación veterinaria e identificación administrativa, buscar marcas de propiedad en los animales, identificar de quién son. Debido al invierno el pelaje es más largo "y para poder establecer las marcas de propiedad habría que pelarles el cuarto trasero, lo que es complejo en caballos salvajes".
Fuentes policiales confirmaron que "el SENASA y el MAI determinaron que el lugar no posee habilitación para acopio o cría de animales de ninguna especie, que la existencia de equinos en ese lugar no está registrada en el stock de los propietarios".
Tras el allanamiento del jueves, cuatro caballos agonizantes se entregaron en carácter de depósito a una organización proteccionista que tenía los medios para poder asistirlo.
Dos de ellos fueron al Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CRRE). Uno murió debido a la gravedad del estado en el que llegó.
“Hay una consigna permanente en el lugar cuidando a los animales”, aseguró la fiscal Florencia Belloc
Consultada sobre el destino que tendrán los caballos, la fiscal dijo que "el veterinario actuante determinó que no pueden ser trasladados porque hasta ahora no tenemos informes sanguíneos que den resultado negativo de, por ejemplo, anemia, que es como el HIV humano para ellos. Esta enfermedad se contagia por mosquitos tábanos".
Por su parte, abogados animalistas se presentaron en la mañana de este viernes como particulares damnificados en la causa, pero hasta el momento no tuvieron respuesta. "Le corresponde al juez de garantías que se constituyan en parte de la causa en esa condición", explicó la fiscal Belloc.
Asimismo, señaló que hasta el momento no está autorizado el ingreso de personas voluntarias por riesgo sanitario. Además, el allanamiento está abierto y debe preservarse el lugar.
"Hoy la fiscalía está abocada a poder determinar el conteo de animales, su propiedad, los recursos para darles el alimento necesario, evitar propagación de enfermedades y custodiar el teatro de los eventos. Vimos que en las redes sociales se están pidiendo donaciones, pero no es algo que hemos dispuesto ordenar ni aceptar porque el alimento debería pasar previamente por un control veterinario para establecer su calidad y la cantidad adecuada para cada caballo. Esto lo determinará el veterinario", finalizó la fiscal.
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