El inicio de la historia se remonta a principios de agosto, unas tres semanas atrás. Una mujer se presentó ante las oficinas del Colegio de Odontólogos de la ciudad de La Plata para realizar una denuncia por mala praxis y para solicitar que se investigue el registro de un profesional que ejercía en City Bell. Su reclamo se basaba en que ese mismo profesional le había realizado una cirugía de importancia en la boca, donde le implantó diez piezas dentales: a los pocos días se le cayeron ocho.
El odontólogo en cuestión era Fernando Cuacci, de 49 años, quien ejercía la profesión en un consultorio en la zona de City Bell -que compartía con su esposa y madre de sus cuatro hijos, de iniciales P. L. A. y también dentista- desde hacía más de 14 años.
"Una vez que nos llegó el reclamo pasamos la denuncia a la Subcomisión de Habilitaciones. Ahí saltó que esta persona no estaba matriculada. Por eso, se decidió enviar un inspector a su consultorio", le explicó a Infobae Natalia Weiler, la presidenta del Colegio de Odontólogos de La Plata.
El envío de un inspector al consultorio fue para corroborar o refutar los datos obtenidos en el sistema. En algunos pocos casos por año, hay odontólogos a los que se les vence la matrícula, no pagan los aranceles y se convierten en morosos. Eso les hace perder la misma matrícula hasta ponerse en regla.
El sábado 10 de agosto, un inspector visitó el consultorio de Cuacci, ubicado en la calle 473 bis, entre 20 y 21, de City Bell.
"Cuando llegó el inspector, lo atiende este hombre. Tenía los guantes y el barbijo puesto. De hecho, en la sala había una mujer que estaba a punto de someterse a una nueva cirugía. Apenas entró nuestro representante, este señor le pidió a la mujer que se retirara del consultorio y le dijo que había que arreglar una nueva cita", relató Weiler.
Ante la consulta sobre la documentación que lo habilitara para ejercer la odontología, Cuacci se quebró y confesó que nunca se había recibido como dentista. Dijo haber estudiado varias materias, mantener la carrera en curso, pero que no la había podido finalizar por diversos problemas profesionales.
"Nosotros pedimos a la Facultad de Odontología de la Universidad de La Plata que nos otorgara un parte sobre su situación. Nos afirmaron que era un estudiante que había cursado algunas materias, pero que su situación actual era pasiva. Nos aseguraron que el analítico sobre su historial solo será entregado a la Justicia", afirmó la presidenta del Colegio.
Además, Cuacci aseguró que su esposa y titular del consultorio no sabía nada de la situación y que él la había engañado durante más de una década. "Dijo que este tema le traería problemas muy graves en su hogar", continuó Weiler.
Una vez recogido el testimonio, desde el propio Colegio de Odontólogos se procedió a clausurar de manera preventiva el consultorio. "Se hizo una clausura de manera preventiva porque, según tenemos entendido, la pareja alquilaba el consultorio. Y esto no tendría que impedirle al dueño del lugar poder contratar otros profesionales en un futuro", advirtió la presidenta.
Además, se dio lugar a una primera entrevista preliminar a la esposa del falso odontólogo: "Ella nos dijo que fue engañada durante todos estos años y que nunca le habría permitido ejercer a su marido la odontología en un consultorio que estaba a su nombre, sin el título en sus manos", afirmó la Presidenta del colegio.
"De todos modos, la comisión directiva del Colegio elevará la situación de la mujer a un tribunal de justicia externo para que se evalúe su versión sobre la historia y se decida cuáles son los pasos a seguir respecto a su matrícula", agregó.
Fue la propia mujer quien, antes de ser llamada a declarar por la Justicia, realizó su propio descargo en las redes sociales. P.L.A. decidió presentar un extenso texto de descargo en Facebook, donde asegura haberse sentido "manipulada" por un "estafador", ahora convertido en su "ex marido".
"Como muchos habrán leído quiero contarles que lamentablemente soy una víctima más, totalmente ajena a la ilegal actuación de mi ahora ex marido.
Juro que carecía de conocimiento alguno sobre la falta de título habilitante para ejercer la profesión. Creí en él, como muchos otros; era mi esposo y es el padre de mis 4 hijos. Nunca dudé de la autenticidad del título exhibido, ni del sello, ni de los certificados de diversos cursos de posgrado", afirmó.
Y completó: "Mi intención va a ser siempre colaborar, tanto con el Colegio de Odontólogos como con la Justicia, en todo lo necesario para poder retomar mi actividad, resguardar a mis pacientes y por sobre todo a mis hijos a quienes les toca vivir esta espantosa situación de la cual, con entereza y la frente bien alta, saldremos. No somos culpables de nada, solo víctimas de un manipulador, mitómano y estafador. Hijos, los amo y voy a luchar siempre por ustedes".
Además, desde la entidad se procedió a trasladar el caso a la Justicia penal. Se presentó una denuncia contra Cuacci por ejercicio ilegal de la profesión y el caso pasó a manos de la Unidad de Investigación y Juicio Nº 7 de La Plata, a cargo de la fiscal Virgina Bravo.
Se estima que en el transcurso de la próxima semana la fiscal recibirá los casos de presuntos damnificados.
"A lo largo de la última semana, fue cada vez mayor la cantidad de personas que decían haber sido pacientes de este hombre y que se sentían engañados y damnificados. Trasladamos sus peticiones a la Justicia y ahora la fiscalía analizará sus casos. Es muy posible que estas personas reclamen alguna suma de dinero en modo de compensación", afirmó Weiler.
Hasta el momento, la causa todavía no fue calificada con un delito, pero se estima que se titulará bajo la acusación de "ejercicio ilegal de la medicina". La situación del denunciado puede incluso agravarse, en caso de que la justicia compruebe que algunos de sus pacientes sufrieron lesiones a raíz de su mala praxis y su práctica ilegal.
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