El 1 de enero de 2018, Galo Ochoa conducía en estado de ebriedad: tenía 1,97 gramos de alcohol por litro en sangre, cuando el límite legal es de 0,5. Atravesó una autovía de Bahía Blanca a 122 kilómetros por hora y atropelló y mató a Matías Streitenberger, un joven de 18 años.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 lo condenó este jueves a 12 años de prisión efectiva por el delito de "homicidio simple con dolo eventual" y lo inhabilitó para conducir por diez años. Así lo decidieron los jueces Eduardo D' Ampeire, Daniela Castaño y Eugenio Casas.
Tras atropellar a Streitenberger, el conductor huyó de la escena, siguió su camino hasta ser interceptado y detenido por la policía. Allí se determinó, tras una prueba de alcoholemia a Ochoa, que contenía 1,97 gramos de alcohol por litro en sangre. La autopsia determinó que el joven falleció por un traumatismo grave de cráneo de manera violenta.
El fallo se dio a conocer pasado el mediodía del jueves, en la sala del quinto piso del Palacio de Tribunales de Bahía Blanca. Ni Ochoa ni su abogado estuvieron presentes. El condenado, de 41 años, esperó el juicio cumpliendo prisión preventiva, alojado en el penal de Saavedra, a 110 kilómetros al noreste de Bahía Blanca.
Tras conocerse la sentencia, la madre de Streitenberger, Marcela Morini sostuvo: "Estamos conformes por haber podido demostrar la intencionalidad y el hecho que mi hijo no estaba cruzando mal". A su vez agregó: "Esta condena sirve de ejemplo de que la vida del otro importa".
Por su parte, el fiscal del caso, Marcelo Romero Jardín, que había pedido en el alegato 18 años, para Ochoa se mostró sorprendido: "Estoy conforme con el monto de la pena, porque es muy alta para un hecho de tránsito, e inusual, no recuerdo una pena tan alta".
Romero Jardín explicó: "Ochoa estaba consciente de lo que hacía, que podía prever el resultado de la muerte y que no le interesó". "En este tipo de casos extremadamente graves, donde hay un desinterés total por la vida humana y por los bienes jurídicos ajenos se están aplicando condenas muy duras", concluyó.
La fundadora de la asociación Madres del Dolor, Viviam Perrone, manifestó que el fallo "es un mensaje para los demás jueces". A su vez, agregó: "Esto demuestra que los jueces están empezando a comprender que cuando hay exceso de velocidad, alcohol, drogas, cuando hay fuga del lugar del hecho, esos son agravantes y los casos se pueden juzgar como homicidio simple".
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