La madrugada del viernes pasado efectivos de la Policía Caminera de la provincia de Córdoba detuvieron a Jorge Ezequiel Acosta en un control de tránsito sobre la avenida Circunvalación Sur de la ciudad capital. Tenía un pedido de captura vigente, al estar acusado de ser autor de varias estafas. En consecuencia, lo esposaron y lo trasladaron a la Comisaría N° 20 del barrio Benjamín Matienzo.
La sorpresa sucedió minutos después.
Acosta, de 29 años, se fugó. Tras ser ingresado a la dependencia policial, se logró liberar de los uniformados y escapó, con las manos atrás y las esposas puestas. De acuerdo a la explicación oficial, en esa condición y sin la ayuda de nadie, forcejeó y empujó a los dos efectivos para luego irse corriendo.
La versión se contrapone con la que brindó a los medios el abogado de Acosta, Darío Parisotto, quien indicó que "si bien evadió la sujeción (de la Policía)", el detenido no ejerció violencia contra los oficiales. "Se sustrajo del control y la puerta estaba abierta, aprovechó esa circunstancia y se fue", contó a El Doce.
Y agregó que tomó la decisión de huir "por miedo a la situación que desconocía, ya que no sabía de ese pedido de captura, aprovechó una distracción por parte de los oficiales".
Lo concreto es que los dos agentes fueron arrestados preventivamente mientras se investigan las circunstancias de la confusa fuga. Así lo decidió el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, un tribunal civil que sanciona administrativamente a las fuerzas de seguridad en Córdoba y reemplaza a lo que es Asuntos Internos en el resto del país, que investiga si fueron cómplices de la escapatoria. Actualmente, ambos permanecen bajo custodia de la guardia de infantería.
Desde el mismo viernes, la policía realizó varios operativos: allanaron domicilios, entrevistaron allegados, inspeccionaron las imágenes de las cámaras de seguridad. Sin embargo, no pudieron encontrarlo.
El letrado Parisotto explicó que Acosta "tiene una restricción en su contra desde la provincia de Buenos Aires", por lo cual "entiende" que a raíz de que su cliente no cometió ningún ilícito en Córdoba, "sería prudente que se pusiera a disposición de la Justicia en Buenos Aires para quitarle el pedido de captura", y luego evaluar el regreso a Córdoba.
En ese sentido, dijo que el prófugo se entregará a las autoridades, no sin antes de que le garanticen "que no haya ningún riesgo en su salud, teniendo en cuenta de que hay oficiales que han sido privados de su libertad y teme que haya alguna repercusión".
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