Ante la noticia del fallo del juzgado que indagaba sobre los supuestos crímenes de lesa humanidad del general César Milani, ex jefe del Ejército durante el gobierno kirchnerista, Verónica Matta –quien fuera detenida en la capital de La Rioja cuando tenía 17 años y que fue sometida a interrogatorios en un centro clandestino en esa ciudad– dijo a Infobae: "Milani podrá haber sido absuelto, pero no es inocente".
Matta cuenta su trágico encuentro con Milani. En ese entonces, la riojana tenía 17 años y era estudiante del Colegio Nacional Joaquín V. González, una tradicional institución educativa riojana. "Participaba como delegada en las actividades estudiantiles, teníamos programas de radio y una actividad social y política importante para nuestra juventud -dice-. En esas circunstancias conocí a Alberto Ledo, que hoy está desaparecido. Compartíamos salidas, música, guitarreadas, que eran muy comunes en La Rioja".
Cuando los militares tomaron el poder, el clima político en la provincia cambió. "Se vivía un clima muy particular desde antes del golpe -relata Matta-. Con quienes nos reuníamos sabíamos que se venía algo pesado. Después del golpe empezaron a detener a muchas personas. Con mis amigos nos juntábamos, les llevábamos libros a los detenidos. Yo sabía que en algún momento iban a venir por mí". El presentimiento de Verónica Matta se cumplió el 16 de julio de 1976, exactamente un mes después de la desaparición del conscripto Alberto Ledo.
"Esa noche yo ya estaba durmiendo, pero lo hacía con un solo ojo porque el clima era muy complicado. Unos ruidos de autos me despertaron -recuerda-. Salí por el balcón y vi tres autos con muchos militares armados. Mi viejo subió a mi cuarto y me avisó que debía bajar, que me buscaban. Me vestí con bastante parsimonia mientras los militares esperaban en la sala. Bajé y vi toda la escena. Había hombres más grandes, todos con las armas. Mi viejo preocupado hablaba con ellos. Había una figura que contrastaba con el resto de los presentes. Era un jovencito vestido de militar, muy puesto, carilindo, y que llevaba la voz cantante. Le decía a mi viejo: 'No se preocupe, doctor'. Mi papá preguntaba: '¿Pero a dónde la llevan?'. 'No le podemos decir, doctor', le decía este militar jovencito. Mi viejo era abogado e hizo llamar a un vecino para que testifique que me estaban llevando, eran don Feiling, que murió. También recuerdo que le pidió al militar joven que firmara un papel y tengo el recuerdo de que lo firmó. Ese hombre para mí era Milani".
Matta estuvo casi tres años presa. "Me subieron a un auto, el militar joven que para mí es Milani se fue en otro a seguir el raid –cuenta–. Esa noche detuvieron a varias otras personas. Fue como una 'Noche de los lápices' riojana. Me llevaron al Instituto de Rehabilitación Social, que fue un centro clandestino de detención en la provincia. Varios días después, en medio de un interrogatorio, se me subió la venda de los ojos, porque me mantenían vendada y atada cuando me llevaban a interrogar. Como se subió la venda, pude mirar y reconocí a este militar que había estado durante mi detención. Ese militar joven estaba dentro del centro clandestino de detención, en medio de los interrogatorios. Lo recuerdo más joven y un poco más flaquito, pero es Milani. Es el mismo rostro que guardo en mi memoria".
Luego de haberlo visto preso, no pierde esperanza. Verónica Matta espera por justicia.
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