Este lunes al mediodía en los tribunales de Quilmes, Jorge G., 36 años, trabajador en una empresa porteña, oriundo de Berazategui, se sentó ante un abogado estatal y un equipo de psicólogos junto a sus ex suegros, los abuelos maternos de B., su hijo de nueve años. Llegaron a una decisión, un acuerdo: su hijo vivirá con sus abuelos por el momento, aunque podrá visitar a su papá cuando quiera, tiene esa posibilidad. "Es más sano que esté con sus abuelos", asegura Jorge a Infobae.
El chico había atravesado un pequeño período de enojo con su papá, se negaba a hablarle, irritado. "Hoy mi nene me volvió a hablar", dice Jorge al salir de la reunión en Tribunales: "Me preguntó cuándo puede venir a casa a verme".
"Imaginate", sigue Jorge, con cierto alivio: "El nene me culpa porque yo metí presa a su mamá".
La situación que atraviesa no es fácil, para nada, no es algo que exista en el guión de vida de ningún padre joven y separado. Eliana, la madre del chico, la ex mujer de Jorge -ambos son nombres de fantasía empleados en esta nota para proteger la identidad del menor-, está efectivamente detenida en una comisaría bonaerense mientras espera ser trasladada a un penal. Fue Jorge mismo quien la denunció.
Se separaron con su ex mujer hace tres años, su hijo vivía con ella, también en Berazategui. Su mamá le dio su viejo celular al chico luego de que se comprara uno nuevo, le había borrado todas las aplicaciones, pero había quedado algo de contenido, algunas imágenes.
"Fue cuando mi nene se vino a dormir a casa una noche. Yo nunca le reviso el teléfono, sé que tiene el Fortnite, los juegos que juegan los chicos. Entré a la galería, me puse a ver. Y encontré fotos de mi ex mujer, varias, hasta que llegué a una en particular", recuerda Jorge.
Era una selfie tomada por su mujer. Su hijo se ve en la cama, dormido. Su ex mujer está semidesnuda junto a él, con sus genitales expuestos. Ella toma la mano de su hijo y la posa en su entrepierna.
Jorge se congeló al verla, horrorizado, pero siguió adelante en la galería con su dedo índice: "Encontré otras fotos de su hijo, también dormido, boca abajo. Eran imágenes de su cola".
Su familia contuvo a Jorge mientras copiaba las imágenes, unas diez en total. A la mañana siguiente, tras despertar, denunció a su ex mujer en una Comisaría de la Mujer de la Policía Bonaerense, presentó una copia de las fotos. El caso llegó a la UFI Nº1 de la jurisdicción del fiscal Daniel Ichazo, subrogada por Silvia Borrone. 48 horas después, su ex mujer era detenida en su casa en una redada a cargo de Cibercrimen de la Departamental Quilmes de la Policía Bonaerense.
La imputación es aberrante: producción de pornografía infantil y abuso sexual agravado, ambos delitos en concurso real. Se secuestró ropa interior, una computadora y un disco rígido, ocho celulares, una computadora y una tablet que serán peritados. Su hijo, su víctima, fue puesto a resguardo y trasladado a La Plata para ser asistido por expertos de la División Investigaciones de Delitos contra la Integridad Sexual.
Jorge volvió a ver a su hijo poco después. Recibió instrucciones precisas: su hijo deberá ver a un psicólogo en un ambiente terapéutico, un psicólogo que le provee el Estado, también deberá contratar un especialista.
"Le hicieron pericias", asegura, "mi hijo no se acuerda de nada".
Sus suegros están en shock: comienzan a caer en la cuenta. Jorge también. Su cabeza se reconstruye alrededor del futuro de su hijo, con el signo oscuro de que su propia madre es su abusadora. Trata de encontrar comprensión. "Una psicopedagoga me dijo que tendría que haberle preguntado a mi ex antes de denunciarla. Ni le contesté", dice.
-¿Y si tu hijo pide ver a su mamá?
-No lo sé. Hoy no, no lo dejo. Pero no es algo que te pueda contestar hoy. No voy a perder tiempo en pensar en ella, en sentir algo. Mi nene tiene para rato.
A Jorge le llegan resultados de las pericias. "Había 26 fotos me cuentan, 16 más de las que vi yo, no sé qué tienen. Está recontra implicada", dice. Los análisis también podrán demostrar si le envió las imágenes a terceros, lo que aumentará su imputación a distribución.
El tormento que tiene que ver de frente es una rareza en el sistema penal argentino: las madres presas por abusar de sus hijos no son algo nada común, los varones son la norma absoluta en los ataques sexuales intrafamiliares. De acuerdo a un informe de la Procuración de 2017, los padres abusadores de los hijos de su pareja son la mayoría: 28%. Otro 25% ataca a los hijos de su pareja.
Jorge sabe que tendrá que declarar en contra de su ex cuando la UFI Nº1 lo cite. Quizás tenga alguien con quién hablar. Hay otro padre en Berazategui que pasa por lo mismo que él, la ex pareja de G.A, maestra jardinera de varias instituciones del Estado, detenida a fines de julio por violar a su hijo y filmar los abusos en su cuarto. G.A tenía un novio, un narcotraficante detenido en un operativo de Gendarmería en Zapala, Neuquén, el año pasado. A su novio, la maestra jardinera le envió 67 videos donde los ataques a su propio hijo se veían en forma totalmente explícita. Su hijo, de siete años, muestra signos de autismo.
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