Lo buscaban por una estafa millonaria y lo encontraron en un teatro: hacía de ladrón en una obra infantil

El abogado Roberto Daniel Carmona había sido condenado a 9 años de prisión. Cuando lo fueron a detener pidió que lo dejen actuar en su última función

Guardar
Roberto Daniel Carmona en la
Roberto Daniel Carmona en la piel del personaje de su obra de teatro

El actor y director de teatro infantil Ronnie Stanford no era él sino otro. Detrás de la máscara y el seudónimo se escondía un hombre buscado por toda la Policía: el estafador Roberto Daniel Carmona, prófugo desde 2018, quien debe cumplir una pena de 9 años de prisión por estafar a cientos de personas en un plan de viviendas.

El 21 de mayo del 2018, el juez Ricardo Gutiérrez condenó a Roberto Daniel Carmona y a Rafael Díaz Flaqué por los delitos de "estafa en grado de tentativa, administración infiel y asociación ilícita", en una causa por planes de vivienda en Bahía Blanca y Punta Alta donde fueron perjudicados cientos de vecinos.

Carmona y Flaqué fueron condenados por los delitos de asociación ilícita en concurso real con defraudación por administración infiel reiterada –cuatro hechos- en calidad de participes necesarios, estafa en calidad de coautores, y tentativa de estafa procesal en calidad de coautores. Las víctimas se calculan en alrededor de 120.

Carmona, tras su detención
Carmona, tras su detención

Según contaron los investigadores, el tiempo que se mantuvo prófugo Carmona se dedicó, entre otras cosas, a la labor artística. En los últimos meses fue parte del staff de la obra teatral "Cuentos enredados y el libro secreto de las princesas" exhibida en el Teatro Porteño de la avenida Corrientes.

En esa pieza teatral, que escribió y dirigía el propio Carmona bajo el seudónimo de Stanford, el prófugo actuaba como "ladrón". Tanto amor por el teatro tenía el hombre que, cuando los agentes de Inteligencia Criminal e Investigaciones de Prefectura fueron a detenerlo al teatro, él les pidió que lo dejaran terminar la obra y que, al finalizar, se entregaría. Y cumplió.

Prefectura venía siguiendo a Carmona a partir de datos aportados por el Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (CUFRE). Estaba prófugo desde el 14 de noviembre de 2018.

La firma D&F, de estos dos sujetos, inició en Bahía Blanca y alrededores se más de diez fideicomisos. El presidente de la empresa era el ingeniero Sergio Arnaldo Favretto.

Carmona (de smoking) hacía de
Carmona (de smoking) hacía de ladrón en una obra de teatro infantil

El caso llegó a la Justicia luego de varias denuncias. Cuando estalló el escándalo y arrancó la investigación, los acusados desaparecieron. Además de Favretto, en los contratos figuraban los abogados Roberto Daniel Carmona y Rafael Benedicto Díaz Flaque.

La estafa era simple: presentaban un fideicomiso, vendían los terrenos y las propiedades y contrataban a constructoras de la zona. Los clientes jamás recibían las viviendas y los contratistas eran conducidos hacia la nada, con cheques sin fondos de sociedades que más tarde eran quebradas de manera fraudulenta.

Los estafadores ganaron así millones desde 2011. Recién dos años después la Justicia de Bahía Blanca comenzó a recibir algunas denuncias. La división Crimen Organizado de la Policía Bonaerense encontró en las cuentas particulares de los abogados más de 10 millones de pesos.

Carmona fue condenado a nueve
Carmona fue condenado a nueve años de prisión

A partir de escuchas telefónicas se determinó además que mantuvieron el sistema fraudulento con otra empresa en el partido de Pilar: Cooperativa de Vivienda Limitada San Ceferino.

En julio de 2015 los abogados Carmona y Díaz Flaque fueron detenidos y luego excarcelados hasta el final del juicio en su contra. Cuando la Justicia los condenó, los abogados y el ingeniero ya no estaban.

Díaz Flaque fue encontrado en un control de tránsito en mayo de 2018 mientras conducía su auto por la avenida General Paz. Favretto fue capturado un mes más tarde en la ciudad brasileña de Belo Horizonte, tras una alerta roja de Interpol.

Seguí leyendo:

Un hombre estuvo seis días preso por un error del Sistema de Reconocimiento Facial

Guardar