La Cámara Oral Penal de Santa Cruz condenó el miércoles a prisión perpetua a Oscar Biott, luego de encontrarlo culpable del transfemicidio de Marcela Chocobar.
El tribunal determinó que en septiembre de 2015, Biott asesinó en Río Gallegos a la joven salteña que en ese entonces tenía 26 años, para luego descuartizar su cuerpo y posteriormente hacerlo desaparecer. El hombre fue considerado el autor material del hecho, que además contó con el agravante de haber sido motivado por el odio a la condición sexual de la víctima.
En un fallo dividido, la Cámara condenó a su vez a Ángel Azzolini, la otra persona que se encontraba acusada en el caso, a seis años de prisión. Azzolini fue considerado partícipe necesario y encubridor del crímen. Esta decisión contrastó con la postura del fiscal del caso, Iván Saldivia, quien había solicitado perpetua para ambos acusados.
Un tercer acusado, Adrián Fioramonti, logró inicilamente su libertad luego de pagar 50 mil pesos de fianza y fue sobreseído el miércoles.
De acuerdo a la investigación, la víctima fue vista con vida por última vez el 6 de septiembre de 2015, cuando subió a un auto en la esquina de un boliche en el centro de Río Gallegos. Ocho días después su cráneo apareció en un baldío ubicado a unos 7 kilómetros de distancia, en el barrio San Benito de esa misma ciudad. El resto de su cuerpo jamás apareció.
Según la reconstrucción del caso, Chocobar se subió al auto en el que estaban Biott y Azzolini, con la intención de prestarles servicios sexuales. Sin embargo, en su declaración indagatoria Azzolini indicó que el decidió irse a dormir debido a su estado de intoxicación y que, al despertarse, encontró a Biott completamente alterado.
Dijo que tranquilizó, que lo ayudó a quemar las ropas ensangrentadas en el patio de la vivienda y a buscar el cuerpo en reiteradas oportunidades de la joven que, según su amigo, había quedado desvanecida y muerto en circunstancias desconocidas.
Sin embargo, el informe forense del cuerpo concluyó que Chocobar no pudo haber muerto por alguna causa que no hubiera sido un asesinato. Informó que su decapitación sucedió post-mortem y que el cráneo había sido perfectamente separado y cortado con un elemento filoso entre la segunda y la tercera vértebra.
Tras conocerse el fallo, las hermanas de la víctima, visiblemente emocionadas, agradecieron a todos los que las acompañaron durante el proceso e insistieron en la necesidad de encontrar el cuerpo. Sin embargo, se mostraron en desacuerdo con la condena a Azzolini.
A su vez, el tribunal, integrado por los camaristas Joaquín Cabral, Jorge Yance y Carlos Arenillas, aceptó la propuesta de las hermanas de la víctima para crear una fiscalía especializada en violencia de género.
Por su parte, Carlos Muriete, el abogado de las hermanas de Chocobar, se mostró conforme con el fallo y resaltó que la condena con el componente de género fue la primera en la historia de la provincia.
De hecho, la causa fue inicialmente caratulada como "homicidio simple". Pero luego de que se revelaran las características del crímen a lo largo de las audiencias orales, el fiscal Saldivia pidió que se aplique el agravante.
El Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), presentó también un amicus curiae solicitando a los jueces que se aplique esa misma figura que hace un año se utilizó por primera vez en un fallo contra David Gabriel Marino, único detenido y condenado por el crimen de la dirigente y activista trans Diana Sacayán, asesinada de 13 puñaladas en Buenos Aires, un mes después que Marcela Chocobar.
Los informes psicológicos oficiales a los que accedió Infobae indican que el ataque tuvo "directamente que ver con concebir a Marcela Chocobar como un objeto, no después de su muerte, sino aún antes" y califican tanto a Biott como a Azzolini como sujetos con "características antisociales y desadaptados" y con "noción de equipo" en la relación entre ellos.
Los peritos señalaron además que los imputados indicaron que no supieron de la condición de transgénero de Marcela desde el inicio de su encuentro y que la revelación del dato produjo en ellos un "quiebre emocional".
En su informe anual de femicidios en Argentina, la Corte Suprema informó que de los 255 femicidios que tuvieron lugar en el país en 2018, cuatro de ellos fueron transfemicidios o travesticidios.
De hecho, la presente condena es la segunda de esta naturaleza en la semana. El pasado martes, el Tribunal Criminal 2 de Jujuy dictó la prisión perpetua para Jesús Moreno por haber asesinado de 35 puñaladas a su pareja trans, Zoe Quispe, en 2016, en Palpalá.
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